Rodrigo Díaz M.
El Dr. Steven Vasilescu afirma que el software de IA desarrollado por él y su equipo puede detectar espermatozoides en muestras tomadas de hombres con infertilidad grave mil veces más rápido que un par de ojos altamente entrenados.
“Puede detectar un espermatozoide potencialmente viable antes incluso de que un ser humano pueda procesar lo que está viendo”, afirmó.
El Dr. Vasilescu es ingeniero biomédico de la Universidad Tecnológica de Sydney (UTS), en Australia, y fundador de la empresa médica NeoGenix Biosciences.
El sistema que él y sus colegas han desarrollado se llama SpermSearch.
Se ha diseñado para ayudar a los hombres que no tienen ningún espermatozoide en su eyaculado, el 10% de los hombres infértiles, una afección denominada azoospermia no obstructiva (NOA).
Por lo general, en estos casos se extirpa quirúrgicamente una pequeña porción de los testículos y se lleva al laboratorio, donde un embriólogo puede buscar manualmente espermatozoides sanos.
El tejido se separa y se examina al microscopio. Si se encuentra algún espermatozoide viable, puede extraerse e inyectarse en un óvulo.
Este proceso, dice el Dr. Vasilescu, puede llevar a varios miembros del personal seis o siete horas, y hay peligro de fatiga e imprecisión.
“Cuando un embriólogo mira por el microscopio, lo que ve es un completo caos: un paisaje de estrellas de células”, explica.
“Hay sangre y tejido. Puede que sólo haya 10 espermatozoides, pero puede haber millones de células. Es como una aguja en un pajar”, explica Vasilescu.
En cambio, SpermSearch puede encontrar cualquier espermatozoide sano en cuestión de segundos, cuando las fotografías de las muestras se cargan inmediatamente en el ordenador.
Para alcanzar esta velocidad, el Dr. Vasilescu y sus colegas entrenaron a la IA para identificar espermatozoides en estas complejas muestras de tejido mostrándole miles de imágenes de este tipo.
Sin embargo, SpermSearch no está diseñado para sustituir a los embriólogos, sino como herramienta de ayuda.
El número de espermatozoides se ha reducido a la mitad en las últimas cuatro décadas, por lo que la infertilidad sigue siendo un problema creciente.
Entre los factores que explican el descenso de la fertilidad masculina figuran la contaminación y el tabaquismo, la mala alimentación, la falta de ejercicio y el exceso de estrés.
El equipo de la UTS se dispone ahora a llevar su IA a pruebas clínicas preliminares. “El siguiente paso es un embarazo real”, afirmó Vasilescu.