Susana Donan
A medida que la actividad en el mercado de la vivienda canadiense sigue cobrando impulso, ¿cómo se perfila esta actividad en comparación con las expectativas de los profesionales hipotecarios para el año en curso?
Según expertos del sector hipotecario, el mercado ha mostrado una sorprendente capacidad de resistencia frente a las dificultades económicas y el aumento de los costes de los préstamos, aunque no es seguro que continúe así durante el resto del año.
Durante los tres meses anteriores se había registrado un número considerable de compradores de primeras viviendas que solicitaban preaprobaciones para adquirir una casa a pesar de que las tasas de interés variables eran significativamente más elevadas que en la misma época del año pasado.
Esto estaba dentro de las expectativas, pues se esperaba que las subidas de tasas de interés deberían haber creado mucha más timidez desde la perspectiva del comprador.
La subida de las tasas de interés ha disparado los costes mensuales de los préstamos para los canadienses con hipotecas a tipo variable con pagos ajustables, mientras que muchos también han destacado la posibilidad de un shock para los prestatarios que tengan que hacer frente a tasas mucho más altas en el momento de la renovación.
Hasta la fecha no ha habido señales de crisis en el mercado, pero eso se debe en parte a que los prestamistas han acordado amortizaciones más largas para los prestatarios afectados, una solución que funciona, pero solo temporalmente y no a largo plazo.
Hemos visto a gente hablar más seguido de amortizaciones de 80 años, 90 años, sólo para asegurarse de que los prestatarios pueden hacer frente a sus pagos mensuales.
Hay que considerar que lo peor aún no ha llegado, porque se han puesto en marcha muchas medidas que han suavizado el impacto del mercado actual para asegurarse de que los actuales propietarios de hipotecas y de viviendas no se vean hoy en una mala situación.
Ahora, cuando renueven en uno o tres años y sus pagos hipotecarios suban un 30%, 40%, 50%, 60% potencialmente, ya que las tasas de interés son bastante estáticas, eso creará un problema bastante grande, especialmente porque muchas de estas personas que están ampliando sus amortizaciones en este momento no están pagando realmente su hipoteca. Sólo están pagando los intereses.
Es un momento interesante y es difícil prever lo que va a pasar después, sólo porque es bastante inesperado, lo que está sucediendo en este momento desde el punto de vista de la demanda.
La Asociación Canadiense de Bienes Raíces (CREA) reveló que las ventas nacionales de viviendas aumentaron un 11,3% en abril, con 38.164 unidades vendidas sobre una base desestacionalizada, ya que los niveles de oferta se mantuvieron en mínimos de dos décadas.
El precio promedio real de la vivienda también siguió subiendo en todo el país tras caer en picado durante el enfriamiento del mercado el año pasado. En 716 mil dólares, fue un 3,9% inferior al de abril del 2022, pero aumentó en 103.500 dólares desde el de principios de año.
Si bien ese nivel de actividad es mucho más frío que el ritmo abrasador establecido por el mercado en el apogeo de la pandemia del COVID-19, es más alto de lo que muchos en la industria esperaban y aun continua el problema de la escasez de listados.
La oferta es demasiado baja y aquí es donde todas las fuerzas gubernamentales, las aseguradoras, el Banco de Canadá, todos los implicados deberían intentar fomentar formas de sacar más propiedades al mercado para aumentar el número de listados.