Rodrigo Díaz M.
Se está instando al premier de Ontario, Doug Ford, para que amplíe una medida de emergencia que da a los empleados acceso a tres días de baja por enfermedad pagada, en medio de nuevas preocupaciones por una creciente ola del COVID-19 en la provincia.
El programa provincial de prestaciones de protección de los ingresos de los trabajadores, introducido por primera vez en abril de 2021 durante la ola del COVID-19 impulsada por la variante Delta y extendido en la fase Omicron de la pandemia, está previsto para finalizar el 31 de julio. El gobierno conservador progresista no ha dado ninguna indicación oficial sobre si la medida se prorrogará.
La falta de claridad ha provocado nuevas preocupaciones entre los críticos políticos del gobierno, que insisten en que los trabajadores tendrán que elegir entre su salud o sus ingresos.
Desde que se puso en marcha el programa, los datos del gobierno muestran que casi medio millón de trabajadores han recurrido al mismo.
Hasta el 24 de junio, el gobierno dijo que 470 mil trabajadores habían reclamado un día de enfermedad, con un coste para la provincia de 189 millones de dólares. La provincia dijo que la mayor parte de las reclamaciones se hicieron en los sectores de la fabricación, el comercio minorista y la sanidad, y que la mayoría de ellas procedían de empleados de Mississauga, Toronto y London.
El programa provincial permitía a los trabajadores tomarse un día libre para cuidar a un familiar enfermo, recibir una vacuna de refuerzo contra el COVID-19 o llevar a los niños pequeños a vacunarse.
Los empresarios reciben un reembolso de hasta 200 dólares por día para cada empleado a través de la Junta de Seguridad y Seguros en el Trabajo, que se encarga del programa.