Rodrigo Díaz M.
El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció esta semana a dos regiones del este de Ucrania como entidades independientes, desafiando las advertencias occidentales en contra de esa medida y subiendo la apuesta en una crisis que muchos temen que pueda desencadenar una guerra mayor.
Adicionalmente, Putin ordenó el despliegue de fuerzas militares rusas en las zonas separatistas para “preservar la paz”.
En un largo discurso televisado, Putin describió a Ucrania como una parte integral de la historia de Rusia y dijo que el este de Ucrania era una antigua tierra rusa y que confiaba en que el pueblo ruso apoyaría su decisión.
La televisión estatal rusa mostró a Putin, acompañado por los líderes separatistas apoyados por Rusia, firmando un decreto que reconoce la independencia de las dos regiones separatistas ucranianas junto con acuerdos de cooperación y amistad.
Esta nueva medida podría torpedear un intento de última hora de celebrar una cumbre con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para evitar que Rusia invada Ucrania.
Con su decisión, Putin desestimó las advertencias occidentales de que esa medida sería ilegal, acabaría con las negociaciones de paz y provocaría sanciones contra Moscú.
“Considero necesario tomar una decisión que debería haberse tomado hace mucho tiempo: reconocer inmediatamente la independencia y la soberanía de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Luhansk”, dijo Putin.
Putin lleva años trabajando para restaurar la influencia de Rusia sobre las naciones que surgieron tras el colapso de la Unión Soviética, y Ucrania ocupa un lugar importante en sus ambiciones.
Rusia niega cualquier plan para atacar a su vecino, pero ha amenazado con una acción militar no especificada a menos que reciba amplias garantías de seguridad, incluida la promesa de que Ucrania nunca entrará en la OTAN.
El reconocimiento de las zonas controladas por los rebeldes podría allanar el camino para que Moscú envíe fuerzas militares a las dos regiones separatistas, Donetsk y Luhansk, abiertamente y argumente que está interviniendo como aliado para protegerlas contra Ucrania.
Un parlamentario ruso y antiguo líder político de Donetsk, Alexander Borodai, ha dicho que los separatistas buscarían entonces a Rusia para que les ayudara a hacerse con el control de las partes de las dos regiones que aún están bajo el dominio de las fuerzas ucranianas.
La Unión Europea advirtió de sanciones por parte del bloque de 27 países en caso de que Moscú se anexione o reconozca las dos regiones del este de Ucrania, controladas en gran medida por los separatistas respaldados por Rusia.
Todos estos factores se ajustan a un patrón repetidamente previsto por los gobiernos occidentales, que acusan a Rusia de prepararse para fabricar un pretexto para invadir Ucrania, culpando a Kiev de los ataques y confiando en las peticiones de ayuda de los apoderados separatistas.