Una experta proporciona sencillos consejos para reanudar el trabajo, las obligaciones, horarios y actividades cotidianas, con entusiasmo y sin traumas, tras disfrutar de las vacaciones.
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— “Es importante comenzar con las tareas más sencillas y de rápida resolución para volver a acostumbrar a la mente y el cuerpo a la rutina. Así alcanzaremos el ritmo deseado a las 72 horas desde nuestro regreso”, explica a Efe la psicoterapeuta Verónica Rodríguez Orellana, directora del Coaching Club.
— “Para gestionar el correo electrónico pendiente nos ayudará mucho leerlos en orden cronológico inverso a su recepción: comenzar por el más reciente, lo que nos asegurará el no comentar o responder asuntos ya resueltos”, sugiere Rodríguez Orellana.
— “Identificar una actividad que nos gustaba hacer en las vacaciones, como dar un paseo, dialogar con nuestra pareja o disfrutar de música o la lectura, y sumarla a la rutina diaria durante el año, ayuda a mantener vivo el espíritu vacacional”, señala esta psicóloga.
Retomar las responsabilidades olvidadas, cumplir de inmediato con las tareas del día a día y afrontar su acumulación durante nuestra ausencia, ajustarse nuevamente al horario de trabajo, recuperarse del “cansancio” de las vacaciones, vencer la dificultad o resistencia a reconectarse con las actividades habituales y sentir nostalgia por el tiempo vacacional sin obligaciones.
Estos son las principales causas de que los adultos rechacen o sientan ansiedad, estrés o malestar, ante la vuelta a sus ocupaciones laborales u obligaciones sociales y familiares tras las vacaciones, de acuerdo a la psicoterapeuta Verónica Rodríguez Orellana, directora del Coaching Club (www.coachingclub.es).
Rodríguez Orellana, experta en ‘coaching ejecutivo’, asesoramiento dirigido a conseguir el máximo desarrollo profesional y personal, sugiere a Efe algunas recomendaciones prácticas para desactivar estas resistencias.
RETOMAR EL RITMO DE FORMA GRADUAL.
La necesidad de retomar las olvidadas responsabilidades cotidianas produce ansiedad en muchas personas.
“Es bueno distinguir, primero, lo urgente de lo prioritario. La reanudación gradual genera una sensación de control que contribuye al equilibrio. Es importante comenzar con las tareas más sencillas y de rápida resolución para volver a acostumbrar la mente y al cuerpo a la rutina. Así, alcanzaremos el ritmo deseado y consuetudinario, transcurridas unas 72 horas desde nuestro regreso”, señala Orellana.
AGENDA DE LAS PRIMERAS SEMANAS.
Al regreso de las vacaciones suele aguardarnos un doble desafío: el deber de cumplir de inmediato determinadas tareas y la acumulación de algunas de ellas durante nuestra ausencia.
Para Orellana “resulta imprescindible diseñar la agenda para los primeros días de la vuelta a la actividad, aunque para reducir el estrés es recomendable estructurarla alrededor de objetivos concretos, al menos durante la primera semana, y posponer las reuniones y decisiones más importantes para la segunda semana posterior al regreso”.
SIN EXCESO DE HORAS.
La directora de Coaching Club indica que en los primeros días es aconsejable ajustarse al horario de trabajo y no sobrepasar la hora estipulada de salida, “ya que esto haría aún más difícil conservar los efectos beneficiosos y el bienestar que experimentamos durante las vacaciones”.
“El organismo “echa de menos” los momentos de ocio, por lo que durante las primeras jornadas es importante conservar ese espacio ocioso, lo más holgadamente posible”, recomienda.
LAS VACACIONES TAMBIÉN CANSAN.
“Por paradójico que parezca, las vacaciones nos inoculan una inusitada sensación de fatiga de la que resulta preciso recuperarse”, indica Orellana.
“Teniendo en cuenta que venimos de un lapso vacacional, probablemente caracterizado por una falta de estructura y organización de nuestro tiempo y de las actividades, es aconsejable no entrar de lleno en la rutina, sino recuperarla de una forma gradual”, destaca esta experta.
“Hasta que cuerpo y mente se acostumbren al ritmo cotidiano de trabajo, es aconsejable tomarse ciertos “respiros” como disfrutar de un café o una charla con los compañeros”, enfatiza.
CLAVES PARA RECONECTARSE SIN TRAUMAS.
“Para gestionar el correo electrónico pendiente nos ayudará mucho leerlos en orden cronológico inverso a su recepción: comenzar por el más reciente, lo que nos asegurará el no comentar o responder asuntos ya resueltos”, sugiere Rodríguez Orellana.
Otro dato a tener en cuenta, según esta asesora, es que “la memoria y la concentración pueden tardar en recobrarse, por lo que es conveniente usar recordatorios para las tareas más importantes de los primeros días y, con el avance de la semana, dosificar progresivamente la resolución de los problemas nuevos y acumulados, hasta alcanzar la agilidad habitual”.
PROLONGAR EL ESPIRITU VACACIONAL.
Por lo general, en vacaciones somos más permisivos con nosotros mismos y con nuestro entorno. Abandonamos ciertos aspectos rígidos que, durante el año, mantenemos casi inmutables porque la rutina manda.
“Identificar una actividad que nos gustaba hacer en las vacaciones y sumarla a la rutina diaria durante el resto del año nos ayudará a no sentirnos tan lejos del reciente período vacacional”, señala esta ‘coach’ ejecutiva.
“Desayunar repasando diarios o revistas, efectuar alguna actividad física o dar algún paseo, disfrutar de la lectura y la música que nos gusta, mantener el nivel de diálogo que teníamos con nuestra pareja o nuestros amigos o, aprovechar las horas de luz solar para realizar alguna actividad placentera, son algunos hábitos que contribuye a que el “efecto vacaciones” pueda alargarse unos días”, según Orellana.
“Quizá sea imposible evitar un sentimiento de nostalgia hacia ese tiempo sin obligaciones, ¡pero que esto no debe opacar nuestro desempeño profesional!”, enfatiza.
PARA ATERRIZAR CON MÁS SUAVIDAD.
Para la psicoterapeuta, la gran clave para afrontar la reentrada al trabajo y las obligaciones con mejor ánimo es el “softlanding” o aterrizaje suave, una técnica psicológica de la que aporta algunos consejos:
a) 24 horas de adaptación. “Sabemos que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan al menos un día para acomodarse a la rutina de la casa, de la ciudad y al ritmo de la demanda laboral que encontremos en la oficina”, señala Orellana.
b) Positivismo paso a paso. “Volver abrumándose con el pensamiento de que la rutina será una dura carga, hará mucho más probable que al final sea así. Una buena fórmula es entender que el trabajo fue precisamente lo que posibilitó esas estupendas vacaciones”, señala esta experta.
c) Periodo entre vacaciones. “Hay que percibir la rutina laboral, no como un obstáculo, sino como un medio para disfrutar de nuestra vida y recomenzar un ciclo, que culminará en un nuevo y delicioso tiempo de ocio”, indica.
d) Sociabilizar en el trabajo. “Compartir con nuestros compañeros las experiencias vividas, las anécdotas, las fotos y todas las curiosidades de nuestras vacaciones, hará muchísimo más liviana la transición de los primeros días. Aprovechar los desayunos o almuerzos con los colegas es una forma de seguir disfrutando y compartiendo a nuestro regreso”, concluye Orellana.
Por María Jesús Ribas.
EFE/REPORTAJES