Rodrigo Díaz M.
En un hecho inédito en Toronto, los nuevos usuarios superaron a los usuarios existentes en la red de bancos de alimentos de la ciudad y los programas de alimentos comunitarios, según el informe Who’s Hungry de este año de los bancos de alimentos Daily Bread y North York Harvest.
Desde 2016, el informe muestra que el número de nuevos hogares que dependen de los bancos de alimentos cada año ha rondado los 15 mil. Sin embargo, entre el 1 de abril de 2020 y el 30 de marzo de 2021 (el periodo examinado en el informe) unos 30 mil hogares utilizaron por primera vez los bancos de alimentos y los programas alimentarios comunitarios, frente a los aproximadamente 21 mil usuarios que ya recurrían a sus servicios en años anteriores.
Además, el informe revela que se produjeron unas 1.5 millones de visitas a los bancos de alimentos de Toronto durante ese periodo. Esta es la mayor cifra registrada en la historia de la ciudad, y representa un importante aumento del 47% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
“Este nivel de crecimiento no tiene precedentes; las visitas a los bancos de alimentos en Toronto rara vez aumentan más del 5-10% de un año a otro, con las notables excepciones de 2010, cuando las visitas a los bancos de alimentos aumentaron un 14% en el punto álgido de la crisis financiera, y 1996, cuando las visitas a los bancos de alimentos aumentaron un 18% tras los importantes recortes a los programas sociales en Ontario”, se lee en el informe.
Según el estudio, la pandemia del COVID-19 reveló las desigualdades y vulnerabilidades preexistentes en la economía de la ciudad. Para las personas que viven con “factores de estrés crónicos”, como bajos ingresos y falta de acceso a una vivienda asequible, las pérdidas de empleo y el aumento de los costes enviaron a muchos al banco de alimentos.
Como resultado, los bancos de alimentos vieron un aumento significativo en las primeras visitas, mientras que muchos usuarios existentes vieron aumentar su necesidad.
El también informe señala que los programas de ayuda financiera de emergencia puestos en marcha por varios gobiernos, como la Prestación de Respuesta de Emergencia de Canadá (CERB), ayudaron a muchas familias a evitar caer en la pobreza, pero concluye que estos programas temporales no han sido suficientes para resolver los problemas de asequibilidad a largo plazo.
Como sugerencias, en el informe se propone centrarse en tres áreas: abordar las necesidades de la comunidad creadas por el COVID-19, la vivienda asequible y la red de seguridad social.
Algunas de sus recomendaciones son el apoyo financiero a los inquilinos, la ampliación del acceso a la vivienda asequible y el aumento de los pagos de asistencia social, incluido el Programa de Apoyo a la Discapacidad de Ontario (ODSP).