Rodrigo Díaz M.
Un estudio preliminar presentado en la Conferencia Internacional sobre Accidentes Cerebrovasculares de la Asociación Americana del Ictus sugiere que los adultos genéticamente propensos a una mala salud bucal y dental podrían tener un mayor riesgo de mostrar signos de deterioro de la salud cerebral.
La American Stroke Association señaló estudios anteriores que han demostrado que la enfermedad de las encías, la falta de dientes, un cepillado deficiente y la falta de eliminación de la placa dental pueden aumentar el riesgo de accidentes cerebrales.
La enfermedad de las encías y otros problemas de salud oral también están vinculados a condiciones tales como la presión arterial alta.
Para en el último estudio, los investigadores analizaron entre el 2014 y el 2021 a 40 mil adultos inscritos en la base de datos biomédica conocida como Biobanco del Reino Unido.
El 46% de los adultos eran hombres y su edad promedio era de 57 años. Ninguno tenía antecedentes de accidentes cerebrales.
Los investigadores examinaron a los participantes en busca de 105 variantes genéticas que les hicieran más propensos a desarrollar caries, a perder dientes o a necesitar prótesis dentales en etapas posteriores de su vida.
También examinaron a los individuos en busca de signos de mala salud respiratoria mediante resonancia magnética.
Los investigadores descubrieron que las personas genéticamente propensas a una mala salud bucodental presentaban un aumento del 24% en hiperintensidades de sustancia blanca, es decir, daños acumulados en la sustancia blanca del cerebro que pueden afectar a la memoria, el equilibrio y la movilidad.
Según los investigadores, las personas con mala salud bucal y dental también presentaban un 43% más de daños microestructurales, es decir, la cantidad de “arquitectura fina” del cerebro que ha cambiado en comparación con un adulto sano de edad similar.
Los investigadores destacaron ciertas limitaciones del estudio, entre ellas que el Biobanco sólo incluye a quienes viven en el Reino Unido.