Rodrigo Díaz M.
En una pequeña isla de la costa caribeña de Panamá, unas 300 familias están empacando sus pertenencias para prepararse para un cambio drástico.
Generaciones de indígenas Gunas que han crecido en Gardi Sugdub en una vida dedicada al mar y al turismo cambiarán eso la semana que viene por la tierra firme del continente.
Los Gunas de Gardi Sugdub son la primera de las 63 comunidades indígenas a lo largo de las costas del Caribe y el Pacífico de Panamá que las autoridades gubernamentales y los científicos prevén que se verán obligadas a reubicarse debido a la subida del nivel del mar en las próximas décadas.
Gardi Sugdub es una de las cerca de 50 islas pobladas del archipiélago del territorio de Guna Yala. Sólo mide unos 366 metros de largo y 137 metros de ancho. Desde arriba, es más o menos un óvalo espinoso rodeado de docenas de muelles cortos donde los residentes amarran sus barcos.
Todos los años, sobre todo cuando los fuertes vientos azotan el mar en noviembre y diciembre, el agua llena las calles y entra en las casas. El cambio climático no sólo está provocando una subida del nivel del mar, sino que también está calentando los océanos y, por tanto, impulsando tormentas más fuertes.
Los Gunas han intentado reforzar el borde de la isla con rocas, pilotes y coral, pero el agua del mar sigue llegando.
El gobierno indígena autónomo de los Guna decidió hace dos décadas que debían pensar en abandonar la isla, pero en aquel momento fue porque la isla se estaba masificando demasiado.
Un estudio reciente de la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente de Panamá, con el apoyo de universidades de Panamá y España, estimó que para el 2050 Panamá perdería alrededor del 2,01% de su territorio costero debido al aumento del nivel del mar.
Panamá calcula que costará unos 1.2 billones de dólares reubicar a los cerca de 38 mil habitantes que se enfrentarán a la subida del nivel del mar a corto y medio plazo.