Rodrigo Díaz M.
Un asteroide, bautizado como 2023 DW, encabeza actualmente la lista de riesgos de la NASA, que vigila los “posibles futuros impactos contra la Tierra”. La agencia estima que la roca tiene una probabilidad de 1 entre 560 de impactar el 14 de febrero del 2046.
Los objetos celestes que pueden estar en curso de colisión con la Tierra se clasifican en la Escala Torino de Peligro de Impacto, que evalúa el riesgo de impacto de 1, el riesgo más bajo, a 10, el más alto.
2023 DW está en el nivel de riesgo 1, lo que significa que “la posibilidad de colisión es extremadamente improbable” y el asteroide no es de “interés público”. Pero 2023 DW es también el único asteroide de la lista que tiene una calificación distinta de cero. Así que, aunque el asteroide no sea especialmente alarmante para los científicos, es al mismo tiempo el asteroide más peligroso que conocemos.
Todos los demás asteroides de la lista de riesgo tienen una clasificación 0, lo que significa que la “probabilidad de colisión es cero, o es tan baja que es efectivamente cero”.
La NASA afirma que sus cálculos iniciales pueden cambiar drásticamente a medida que los científicos dispongan de más tiempo para observar el asteroide y realizar análisis adicionales. La ESA predice que 2023 DW tiene una probabilidad ligeramente inferior, 1 entre 625, de chocar con nosotros.
Un mapa de sus cálculos preliminares muestra que el asteroide podría caer en algún lugar del territorio continental de los Estados Unidos, el Océano Pacífico, Indonesia o justo frente al extremo sur de la India.
2023 DW fue avistado por primera vez por los astrónomos el 2 de febrero. El asteroide se desplaza a unos 25 kilómetros por segundo y se encuentra a unos 18 millones de kilómetros de la Tierra.
Recientemente, la NASA demostró que es capaz de desviar asteroides de su trayectoria tras el éxito de la misión DART (Double Asteroid Redirection Test).
El 26 de septiembre de 2022, la NASA realizó el primer experimento mundial de defensa planetaria al estrellar deliberadamente la nave DART contra la roca espacial Dimorphos, cambiando definitivamente su trayectoria.
Una serie de análisis publicados recientemente muestran que la misión tuvo incluso más éxito de lo estimado inicialmente, y los científicos se muestran optimistas sobre el futuro de la tecnología para salvar el planeta de estos peligros espaciales.
Los científicos predijeron de forma conservadora que el impacto del cohete acortaría en siete minutos la órbita de Dimorphos alrededor del asteroide Didymos. Tras la prueba, los científicos comprobaron que el DART acortó la órbita del asteroide lunar en nada menos que 33 minutos.