Cada vez más mujeres deciden viajar en solitario, buscando experiencias personalizadas en comunidades seguras. Una tendencia que está generando un nuevo mercado y un creciente movimiento turístico por todo el mundo.
+++ “Un porcentaje cada vez más elevado de mujeres se lanza a la aventura de viajar solas, por negocios o placer, explica Yamilet Rivas”, directora ejecutiva (CEO) de Yoplan, firma especializada en reservar actividades organizadas con expertos locales .
+++ “Las mujeres que deciden conocer nuevos destinos en solitario suelen tener entre 25 a 35-40 años de edad y mostrar interés por mezclarse con la cultura local, su gastronomía, su historia y su gente”, señala Rivas a Efe.
+++ “Las mujeres del continente americano se animan mucho a viajar a México (Ciudad de México, Cancún y Riviera Maya); fuera del Caribe prefieren los destinos populares de Europa; las españolas, definitivamente, prefieren Cuba”, puntualiza la CEO de Yoplan.
Para desconectar del día a día, para experimentar lo que hacen y viven otras viajeras y blogueras de viajes, para empoderarse, para crecer espiritual, cultural e intelectualmente.
Son algunas de razones que impulsan a un creciente número de mujeres a viajar sin otra compañía de que su decisión de conocer nuevos destinos y realidades, según una experta en ‘viajes personalizados para ellas’, que forma parte de este movimiento y lleva viajando sola desde hace años.
“Aunque el interés por descubrir nuevos destinos en solitario estaba más ligado a personas solteras y eran más los hombres quienes buscaban este tipo de viajes, esto está cambiando”, explica Yamilet Rivas, directora ejecutiva (CEO) de Yoplan (www.yoplan.com), firma especializada en reservar actividades organizadas con expertos locales en el Caribe.
Según Rivas, existe un porcentaje cada vez más elevado de mujeres que se lanzan a la aventura de viajar solas, ya sea por negocios o placer, y los datos que viene recogiendo su firma indican que es una tendencia creciente especialmente en España y América.
“Se percibe un mayor interés de mujeres, de entre 25 a 35-40 años, que deciden conocer nuevos destinos en solitario. Son mujeres modernas que suelen mostrar interés por mezclarse con la cultura local, su gastronomía, su historia y su gente”, señala Rivas.
“Mujeres de todo el continente americano participan de este movimiento. Se han creado varios grupos femeninos que practican estos viajes en solitario de forma recurrente y se van uniendo cada vez más mujeres que lo hacen por primera vez o que tienen interés en hacerlo”, señala Rivas a EFE.
“En estos grupos, intercambiamos ‘tips’ (consejos) viajeros, compartimos fotos e historias de nuestros viajes y, en algunos casos, orientamos a las más jóvenes que se dejan llevar por la emoción y no siempre prevén las situaciones de riesgo”, apunta.
LOS DESTINOS MÁS BUSCADOS.
“Las mujeres del continente americano se animan mucho a viajar a México (Ciudad de México, Cancún y Riviera Maya); fuera del Caribe prefieren los destinos populares de Europa; y las españolas, definitivamente, prefieren Cuba”, puntualiza la CEO de Yoplan.
Rivas señala ha viajado sola por muchos lugares, desde aquellos que muchas personas asocian a un destino de riesgo, como Bogotá o Ciudad de México, hasta otro catalogados como seguros como La Habana, y otros muy concurridos como Hong Kong o Nueva York.
“He sabido disfrutar de la esencia de cada lugar porque siempre he conectado con algún local que me ha sabido guiar por los mejores rincones del destino de forma segura”, añade.
A partir de esa experiencia personal Rivas creó una plataforma en línea que pone a disposición de las mujeres una serie de experiencias únicas, alejadas del turismo masificado y en una comunidad segura, que son diseñadas de la mano de la población autóctona, explica.
“Esta oferta, en la que hay actividades para cada gusto y destinadas al intercambio cultural entre personas que comparten pasiones y/o aficiones incluye, desde la visita a la cocina de un chef en Bogotá hasta aprender a hacer arepas, hasta dar un paseo en bicicleta por los pueblos mágicos de México”, asegura Rivas.
Explica que “esta plataforma que une a viajeras y residentes locales, cuenta con anfitriones que son músicos, pintores, escultores, cantantes, bailarines, historiadores, fotógrafos, chefs, o atletas, quienes proponen sus costumbres como experiencias a quienes utilizan este sistema de reservas”.
EXPERIENCIAS ÚNICAS EN ENORNOS SEGUROS.
“Una de las experiencias favoritas en La Habana es recibir clases de salsa cubana o “salsa casino”, tras las cuales las mujeres van a un lugar muy popular llamado “1830”, donde practican los pasos de baile aprendidos y ven como los lugareños bailan, en un entorno mágico a orillas del malecón”, describe Rivas.
“Las mujeres son recogidas en el hotel y acompañadas siempre por sus profesores de baile, pero lo que garantiza la seguridad de esta y otras experiencias es que, antes de ser aprobadas en la plataforma, tanto el o la anfitriona de la experiencia, como la actividad en sí, pasan por un filtro de validación, y todo es verificado por nuestro ‘embajador’ local en destino”, explica.
“Otras experiencias de ‘categoría gourmet’ permiten descubrir nuevos sabores o disfrutar de la historia de los alimentos, como la localizada en el Eje Cafetero colombiano, en el que la viajera puede participar en el proceso productivo del café, o la de crear su propio chocolate en República Dominicana”, señala Rivas a Efe.
“Las mujeres deciden viajar solas inspirándose en otras mujeres que lo están haciendo, en los grupos de viajeras y en blogueras de viajes como Carolina Fabreja, Nani Arenas o Ainara García, y por la sensación de empoderamiento que representa nuestra lucha por la igualdad, siendo un síntoma de que cada vez nos sentimos más independientes”, señala Yamilet Rivas.
“Del análisis de una muestra de nuestros viajeros se desprende que la mayoría de la mujeres que viajan solas -aunque a veces también lo hacen en pareja, o con amigas o familiares- son profesionales y buscan crecer espiritual, cultural e intelectualmente, a través del conocimiento de lugares lejanos, historias y formas de pensar diferentes”, concluye la experta.