Rodrigo Díaz M.
Donald Trump, que ha prometido venganza política, la deportación masiva de inmigrantes y el uso de aranceles para ganar influencia y prosperidad del extranjero es ya el 47º presidente de Estados Unidos.
En una ceremonia en el interior de la rotonda del edificio abovedado del Capitolio de Estados Unidos, Trump volvió oficialmente al poder al mediodía de hoy. El momento culminó una restauración política que vio a Trump sobrevivir a una condena penal, superar las investigaciones sobre su presunto papel en la búsqueda de anular las elecciones presidenciales del 2020, y conseguir un mayor apoyo de los votantes estadounidenses para ganar la votación presidencial de noviembre.
“La era de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo”, dijo Trump, de 78 años, en su segundo discurso de investidura. “Seremos la envidia de todas las naciones y no permitiremos que se sigan aprovechando de nosotros”.
Poco antes de que Trump jurara el cargo, el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, concedió indultos preventivos a varios miembros de su familia y a otros personajes públicos, un extraordinario acto de despedida que siguió a la promesa electoral de Trump de buscar venganza contra sus supuestos enemigos políticos.
Entre la multitud que abarrotaba la rotonda había expresidentes, jueces del Tribunal Supremo, el vicepresidente J.D. Vance, miembros de la familia de Trump, sus candidatos a puestos en el gabinete e influyentes partidarios de “Make America Great Again”, como Elon Musk y otros ejecutivos de la tecnología y las redes sociales.
Fuera del Capitolio, las calles de Washington estaban atascadas con controles de seguridad, policías armados y camiones de volteo bloqueando las intersecciones. Por segundo día consecutivo, miles de simpatizantes de Trump se reunieron durante horas a primera hora de la mañana para seguir la jornada a través de la pantalla gigante del Capital One Arena. Trump tenía previsto llegar allí para dirigirse a la multitud después de jurar su cargo.