“La historia del (New York) Times es muy errónea, o al menos errónea. Todo lo que he hecho es cien por cien correcto”, afirmó el mandatario desde el retiro presidencial de Camp David (Maryland) sobre la exclusiva que ayer publicó el rotativo.
Según las fuentes no identificadas del diario, el presidente ordenó al equipo de abogados de la Casa Blanca que evitara que Sessions se inhibiera de la investigación rusa, que busca aclarar si existió colusión entre el Kremlin y el equipo de campaña de Trump.
“Eso es lo que yo hago, hacer las cosas correctamente. La colusión ahora está muerta porque todo el mundo vio que después de un año de estudio no ha habido colusión en absoluto”, defendió.
Preguntado por si mantiene su apoyo a Sessions, en un momento en el que notables legisladores republicanos piden abiertamente su dimisión precisamente por haberse recusado, Trump contestó que sí.
Sin embargo, Sessions fue el gran ausente en el retiro presidencial de este fin de semana, en el que el mandatario aborda la agenda legislativa con congresistas destacados y miembros de su gabinete.
Según el Times, Trump habría pretendido asegurarse el respaldo del fiscal general y para ello habría encomendado al consejero Donald McGahn II que transmitiera sus órdenes, que finalmente no llegaron a tener efecto, al equipo legal de la Casa Blanca.
Sessions se recusó de las investigaciones el 2 de marzo del año pasado al considerar que él mismo podría ser objeto de investigación, tal y como ha ocurrido, lo que le valió un sinfín de críticas por parte del presidente, quien incluso llegó a sopesar su cese.
Después de que Sessions se recusara, Rod Rosenstein, su adjunto, designó al exdirector del FBI Robert Mueller como “fiscal especial” para supervisar la investigación.
Desde su nombramiento, Trump ha mostrado su frontal rechazo a las pesquisas de Mueller, que ha llegado a tildar de “caza de brujas”.
Hasta la fecha, la investigación del fiscal especial ha golpeado de lleno a dos exasesores de la campaña del ahora presidente, Paul Manafort y Rick Gates, así como a su exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Michael Flynn.
Manafort y Gates ya han sido acusados de doce cargos, entre los que figuran lavado de dinero, evasión de impuestos y conspiración contra Estados Unidos, delitos que podrían conllevar en más de diez años de prisión.
Por su parte, Flynn firmó a principios de diciembre un acuerdo de culpabilidad en el que admitió haber mentido al Buró Federal de Investigaciones (FBI) sobre sus contactos con Rusia.
Trump defiende que ha hecho todo “100 % correcto” en la investigación rusa
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