Rodrigo Díaz M.
El ex presidente estadounidense Donald Trump lanzó formalmente su tercera candidatura a la Casa Blanca, preparando el escenario para una campaña presidencial muy interesante durante los próximos dos años.
A pesar de dos impugnaciones, las crecientes pérdidas electorales y la disminución del apoyo entre los republicanos, Trump se lanzó durante un discurso en horario de máxima audiencia como el único candidato que puede derrotar al presidente Joe Biden, que se espera que se presente a la reelección en 2024.
“El regreso de Estados Unidos comienza ahora mismo”, dijo Trump ante una sala de partidarios que lo aclamaban.
Su discurso se hizo eco de los que pronunció en mítines por todo el país en los últimos meses, afirmando que los actos de agresión de Corea del Norte, China y Rusia, incluida la guerra en Ucrania, no se habrían producido bajo un segundo mandato.
Culpó a Biden de los precios récord de la inflación y la energía, así como de una oleada de migrantes a través de la frontera sur que calificó de “invasión”, recordando su primer lanzamiento de campaña en 2015, cuando comparó a los inmigrantes mexicanos con “violadores.”
Trump se enfrenta a múltiples investigaciones penales relacionadas tanto con el atentado del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos como con su supuesto mal manejo de documentos clasificados en su club y casa de Mar-a-Lago. Su empresa, la Organización Trump, también se enfrenta a una demanda civil en Nueva York por acusaciones de fraude fiscal que está siendo juzgada por un jurado.
Su candidatura presidencial es vista por los expertos legales como un intento de distanciarse de esas crecientes investigaciones, que él ha calificado de políticamente motivadas incluso antes de su anuncio.
Un comité del Congreso que investiga el ataque en el Capitolio debe presentar su informe final a finales de este año, después de celebrar una serie de audiencias de gran alcance que determinaron que Trump fue el “actor central” en los intentos de anular su pérdida electoral, además de fomentar el propio ataque para interrumpir la certificación del Congreso de la victoria de Biden.
Trump desafió una citación del comité que fijó el lunes como fecha límite para que el expresidente testificara y presentara documentos que detallaran sus comunicaciones previas al atentado.
Durante su anuncio, se calificó a sí mismo de “víctima” y lamentó el escrutinio legal al que se ha enfrentado desde que dejó la Casa Blanca.
Concluyó repitiendo el mismo eslogan de campaña al que se ha aferrado desde 2015: “Haremos que Estados Unidos vuelva a ser grande”.