Rodrigo Díaz M.
El primer ministro Justin Trudeau ha invitado a los primeros ministros a Ottawa para celebrar una “reunión de trabajo” hoy martes 7 de febrero, con el fin de debatir acuerdos de financiación del sistema de salud canadiense.
La reunión es considerada como una oportunidad para que los gobiernos federal, provinciales y territoriales discutan un acuerdo, o una serie de acuerdos, para aumentar la financiación de los sistemas de salud de todo el país.
“Será una oportunidad para compartir con ellos nuestros planes de apoyo a los sistemas de salud de todo el país, escuchar sus prioridades de inversión y empezar a trabajar juntos de forma concreta para garantizar la transparencia en la inversión de este dinero”, declaró Trudeau.
“Todo esto es para que los canadienses puedan tener la confianza de que recibirán la atención médica de alta calidad que se merecen, en los años venideros”.
En las últimas semanas se ha ido cobrando impulso la idea de llegar a un acuerdo universal o varios acuerdos individuales, después de que los premiers empezaran a señalar que estarían dispuestos a aceptar una financiación con condiciones, que les obligara a rendir cuentas de la mejora de la asistencia a cambio de más dinero federal.
Trudeau confirmó que el gobierno federal está estudiando la posibilidad de llegar a un acuerdo a escala nacional, quizá sobre el intercambio de datos e información de salud, así como de firmar acuerdos bilaterales a largo plazo, provincia por provincia, que incluyan parámetros específicos en función de las necesidades de cada sistema.
Entre las prioridades compartidas que tanto el gobierno federal como premiers han estado debatiendo figuran:
- Acceso oportuno a los equipos de salud familiar.
- Reducir los retrasos en cirugías y diagnósticos.
- Retener, contratar y reconocer las credenciales del personal médico.
- Aumentar la inversión en salud mental.
- Modernizar el sistema de información sanitaria para que los historiales médicos puedan compartirse electrónicamente con diversos proveedores.
“No creemos que aplicar un modelo único para todo el país sea la mejor manera de hacerlo. Pero habrá elementos en los que estamos trabajando que serán un acuerdo con todo el país”, dijo Trudeau.
Aunque el primer ministro da a entender que está dispuesto a ofrecer miles de millones de dólares para mejorar los sistemas de salud canadienses, esta es una señal de que lo que se avecina probablemente será diferente de la demanda generalizada de las provincias de que el gobierno federal aumente la Transferencia Sanitaria de Canadá (CHT, por sus siglas en inglés).
Recientemente, las provincias han intensificado la presión para que la CHT, que canaliza fondos federales hacia los sistemas sanitarios provinciales de forma continua, aumente del 22% actual al 35%, ya que los hospitales y centros de salud están en crisis.
Desde la escasez de personal y el aumento de enfermedades en épocas frías, que agravan los tiempos de espera en los servicios de urgencias, hasta los cientos de miles de operaciones y procedimientos médicos atrasados debido en parte a las cancelaciones causadas por el COVID-19, los profesionales del sector no cesan de reclamar medidas urgentes a medida que la población canadiense sigue creciendo y envejeciendo.
Esto ha reavivado el debate sobre la privatización y ha suscitado dudas sobre si lo que están haciendo algunas provincias contraviene la Ley de Salud de Canadá, que garantiza a todos los residentes que reúnan los requisitos necesarios un acceso razonable a los servicios de salud financiados con fondos públicos.
En general, los funcionarios federales a los que se les ha preguntado por las inquietudes que suscita la privatización han afirmado que se toman en serio su responsabilidad de defender la Ley de Salud de Canadá, pero que confían en que los premiers tengan la intención de mantener el sistema sanitario universal.
En caso de que Trudeau consiga acuerdos de financiación a largo plazo con cada provincia y territorio, una de las cuestiones pendientes sería si serán efectivos a futuro o si un futuro gobierno a cualquier nivel podría romperlos, tirando a la basura todos los avances logrados.