Las vacunas contra el COVID-19 no están siendo usadas efectivamente y muchas aún permanecen en los congeladores en medio del despliegue.
Rodrigo Díaz M.
El primer ministro Justin Trudeau dijo hoy que se siente frustrado al escuchar que un gran número de vacunas contra el COVID-19 que llegaron hace poco a Canadá permanecen en los congeladores en lugar de ser administradas a la población vulnerable.
El comentario se produce después de que el gobierno canadiense fuera criticado recientemente por su lento despliegue de vacunas, quedando por detrás de países como Israel, Estados Unidos y el Reino Unido en la distribución de las mismas.
“Todos los canadienses, incluido yo, se sienten frustrados al ver las vacunas en los congeladores y no en los brazos de la gente”, dijo.
“Por eso vamos a seguir trabajando estrechamente con las provincias, tanto para entregar las vacunas a las provincias como para apoyarlas cuando lo necesiten en términos de llevar más vacunas a las poblaciones vulnerables y a los trabajadores de primera línea lo más rápidamente posible”, dijo Trudeau.
Trudeau explicó que, en las últimas semanas, las provincias no pudieron optimizar el proceso de las vacunaciones. Pero ahora que ha llegado el año 2021, la distribución y uso de las vacunas “se acelerará realmente”.
El primer ministro e Canadá ha asegurado que, para septiembre, el país tendrá suficientes dosis para vacunar a todos los que quieran vacunarse.
Desde que se administró la primera vacuna el 14 de diciembre, Canadá ha administrado aproximadamente 150 mil dosis; más de 420 mil dosis han sido entregadas a las provincias.
Poco más de un millón de personas necesitarían ser vacunadas cada semana para alcanzar el objetivo de vacunar a toda la población para septiembre.
Hasta ahora, las dos vacunas aprobadas para su uso en Canadá (la de Moderna y la de Pfizer-BioNTech) requieren que se administren dos dosis, con varias semanas de diferencia.