El presidente electo ha prometido deportar a millones de inmigrantes indocumentados de los EE.UU., y es probable que algunas personas que buscan mantener su estilo de vida intentarán trasladarse hacia Canadá.
Trump previamente prometió deportar a 11 millones de personas que viven ilegalmente en los Estados Unidos. Sin embargo, en los días transcurridos desde su victoria electoral estimó que dos o tres millones serían expulsados.
“Lo que vamos a hacer es conseguir que la gente que es criminal y que tiene antecedentes penales, pandilleros, traficantes de drogas, tenemos una gran cantidad de estas personas, probablemente dos millones, podría ser incluso tres millones, estaremos sacándolos de nuestro país o vamos a encarcelarlos”, dijo Trump en una entrevista.
También mantiene su plan de construir una barrera física a lo largo de toda la frontera de su país con México.
El contrabando humano a Canadá ciertamente ocurre, pero el número de casos cada año es, en el mejor de los casos, “una estimación”, dicen los expertos, que aseguran que la gente entra a Canadá de muchas maneras: en barco desde el extranjero, nadando a través de los ríos de los Estados Unidos, o cruzando la frontera a pie.
En 2011, 487 personas fueron aprehendidas tratando de entrar ilegalmente en Canadá en lugares remotos, reveló un informe binacional. Ésos, por supuesto, son justamente los que fueron cogidos.
Muchas personas que viven en Canadá entran ilegalmente en la premisa de una visita y simplemente nunca se van.
Es probablemente el número más grande. “La gente viene aquí para una visita y ve, ‘oh, hey, puedo conseguir un trabajo’, y luego empieza a trabajar y obtener dinero”, dijo el abogado de inmigración Guidy Mamann.
Mamann explicó que no hay manera de que las personas que viven ilegalmente en los Estados Unidos sean admitidas en Canadá si se presentan en la frontera, pero los residentes permanentes cualificados podrían tener una oportunidad.
Canadá es un lugar atractivo para aquellos sin estatus: Los niños menores de 18 años podrán asistir a la escuela, y los hospitales no rechazarán a alguien en extrema necesidad médica debido a su estatus.
La toma de poder de Trump se produce en el mismo momento en que se levantará la obligación de visado para los visitantes mexicanos a Canadá. El nuevo acuerdo, anunciado por el primer ministro Justin Trudeau en junio, entrará en vigor a partir del 1 de diciembre.
La obligación de visado se impuso por primera vez debido al gran número de solicitantes de asilo de México en Canadá.
“Una visa es algo así como una pre-selección”, dijo el abogado de inmigración Evan Green. “Alguien ha mirado el caso y dijo, ‘sí, siento que esta persona califica para ingresar a Canadá’. Sin eso, ellos ciertamente podrían aparecer en la frontera y presentar un caso de asilo”.
Green sugiere que esto podría resultar en que los ciudadanos mexicanos busquen salir de su país sin pasar por los Estados Unidos y reservar un billete de avión directamente hacia Canadá.
Sin embargo, un ejecutivo de la Sociedad Cultural Canadiense Mexicana de Calgary dijo que la geografía y el clima siguen siendo obstáculos. “Realmente no veo eso en Canadá”, dijo Carlos Ríos.
Un portavoz del Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía Canadá (IRCC) dijo que no hay planes para aumentar los niveles de personal del departamento a raíz de los resultados de las elecciones en Estados Unidos.
“No hay planes actuales para modificar los niveles de personal”. Dijo. Luego, la agencia federal aseguró que levantar la visa resultará en un aumento de turistas mexicanos y viajeros de negocios. La coordinación está en marcha para identificar las lagunas en el sistema.
“Inmigración, Refugiados y Ciudadanía Canadá está trabajando actualmente con la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) y con los funcionarios mexicanos para sentar las bases para el levantamiento de visas. Esto incluirá medidas para identificar y disuadir la migración irregular; Incluyendo el refuerzo de la cooperación en la integridad del documento de viaje y el control de viajeros”, apuntaron.
Canadá planea recibir entre 280,000 y 320,000 nuevos residentes permanentes en 2017.
Tras el triunfo de Donald Trump, la inmigración ilegal a Canadá podría aumentar significativamente
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