Claudia Palacio*
Finalmente fueron publicadas las instrucciones de quiénes, y cómo pueden solicitar un permiso de trabajo abierto en Canadá y no fue sorpresa, por lo menos para mí, ver que los más vulnerables y los que más lo necesitan fueron justamente quienes se quedaron por fuera de esta iniciativa.
El gobierno habla, comenta y repite que los trabajadores agrícolas son trabajadores esenciales, que las ocupaciones en turismo y trabajadores en oficios generales juegan un papel importantísimo en la economía de este país y que los estudiantes son, no solo una fuente económica que provee mas de 25 billones de dólares al año, sino que son una de las clases de inmigrantes favoritas para convertirse en residentes permanentes debido al dominio del idioma y compenetración con el mercado laboral y estilo de vida que alcanzan durante sus años de estadía en Canadá, pero fueron los hijos de estudiantes internacionales y las parejas/cónyuges e hijos de trabajadores que obtuvieron un permiso de trabajo bajo un LMIA (labor Market Impact Asessment) en ocupaciones en agricultura y ocupaciones no calificados con salarios bajos los que quedaron excluidos, por lo menos de esta primera etapa, del grupo de personas que pueden solicitar un permiso de trabajo abierto en Canadá.
En las instrucciones publicadas, el Ministerio de inmigración claramente explica que los hijos dependientes de quienes tienen autorización de trabajo bajo la Regulación 186 v y w no pueden solicitar permisos de trabajo, esta es justamente la regulación migratoria que permite trabajar off campus a los estudiantes internacionales.
También dejó claro que los portadores de permisos de trabajo aprobados bajo un LMIA en la categoría de trabajadores agrícolas -de temporada o regulares-, y los low wage, es decir quiénes tienen salarios que estén por debajo de la media de la provincia, están excluidos de esta iniciativa. Juntamente estas son las personas que normalmente tienen los ingresos más bajos y quienes más se beneficiarían de que sus dependientes pudieran contribuir con la economía familiar.
La media salarial para Alberta es de $28.85, para British Columbia de $26.44, para Manitoba de $23.00, para New Brunswick de $21.79, para Newfoundland and labrador de $24.79, para Northwest Territories de $37.30, para Nova Scotia de $22.00, para Nunavut de $36.00; para Ontario de $26.06; para Prince Edward Island de $21.63; para Quebec de $25.00, para Saskatchewan de $25.96 y para Yukon de $32.00. Cualquier permiso de trabajo que se haya aprobado bajo un LMIA y que tenga un salario inferior a la media de la provincia es considerado low wage y por lo tanto los dependientes de este trabajador extranjero no pueden gozar, por ahora, de un permiso de trabajo si el TEER en el que están trabajando es 4 o 5.
Celebro profundamente el que se le esté dando la posibilidad de trabajar a algunas personas que antes no podían hacerlo, pero lo que me desconcierta es ver que a los que más podría ayudarle este tipo de medida a mejorar su calidad de vida, son los que quedaron excluidos, por lo menos en esta primera etapa.
Desde que ejerzo mi carrera he sido testigo de la lucha incansable de los organismos que respaldan a los trabajadores agrícolas, para que se les reconozca su trabajo no solo con la posibilidad de “servir” a Canadá, sino con la opción de construir para ellos un futuro en este país y de que puedan crecer en Canadá junto a sus familias, pero parece que la desconexión entre lo que se dice y lo que se hace sigue siendo grande, mucho se habla de lo “esenciales” que son estos trabajadores, pero al momento de ofrecer beneficios para algunos extranjeros, quienes recogen nuestras cosechas son los primeros en quedar por fuera.
Ojalá la segunda etapa incluya a los que han dejado no solo el alma sino la mitad de su cuerpo en tierra canadiense, porque los trabajos no calificados son normalmente físicamente demandantes, para que quienes estamos ya en Canadá podamos disfrutar del nivel de vida que queremos. Los trabajadores agrícolas, aseadores, trabajadores generales en construcción, meseros, camareros, asistentes de cocina y recepcionistas entre muchos otros deberían tener también la posibilidad de que sus dependientes contribuyan a la economía de la familia, y mas en un momento como este en el que Canadá necesita toda la ayuda laboral que pueda atraer.
Claudia Palacio es Consultora de inmigración regulada y miembro activo del College of Immigration and Citizenship Consultants