Rodrigo Díaz M.
En un comunicado publicado hoy, el Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE) dijo que a pesar de “muchos intentos de última hora para lograr un acuerdo libremente negociado”, las conversaciones con el gobierno provincial una vez más “se rompieron”.
“Se tomó la difícil decisión de notificar el preaviso de huelga de cinco días a la Asociación de Administradores y al Gobierno”, decía el comunicado.
En respuesta, el ministro de educación, Stephen Lecce, dijo que el gobierno está “muy decepcionado” por la “innecesaria” decisión de hacer huelga.
“Hemos estado en la mesa de buena fe, demostrando un compromiso con los trabajadores peor pagados y los compromisos de los padres para mantener a sus hijos en la escuela y, sin embargo, hoy han decidido, de nuevo, poner a la provincia en un aviso de huelga de cinco días”, dijo Lecce en una improvisada rueda de prensa en Queen’s Park tras conocerse la noticia de la inminente acción laboral.
Ambas partes se han mantenido herméticas sobre las negociaciones a puerta cerrada a petición del mediador, pero Lecce dijo que el ministerio ha ofrecido “múltiples ofertas mejoradas” que habrían añadido “cientos de millones de dólares en todo el sector”.
Los trabajadores de la educación de CUPE siguen en posición de huelga legal después de que un conciliador emitiera lo que se conoce como un informe de “no junta” el 17 de octubre.
El sindicato no tiene que volver a solicitar el informe si quiere volver a la huelga.
El CUPE y el gobierno de Ontario volvieron a la mesa de negociaciones la semana pasada, tras una huelga de dos días, que obligó a cerrar cientos de escuelas en toda la provincia.
Esos trabajadores abandonaron el trabajo después de que las negociaciones para los nuevos contratos fracasaran y el gobierno introdujera y aprobara una legislación que ilegalizaba la huelga, a pesar de que el sindicato estaba en condiciones legales de hacerlo en ese momento.
El lunes, el gobierno de Doug Ford derogó el proyecto de ley 28, que hacía uso de la controvertida cláusula de excepción, cumpliendo su promesa de eliminar la legislación en un esfuerzo de buena fe por poner fin a la huelga y volver a las negociaciones.
Desde entonces, Laura Walton, presidenta de CUPE, ha declarado que el sindicato y el gobierno siguen “muy alejados” de alcanzar un acuerdo.
“Seguimos en la mesa de negociación comprometidos a lograr un convenio colectivo libremente negociado que satisfaga las necesidades de los estudiantes, las familias y los trabajadores”, dijo en un comunicado emitido ayer.
La última oferta del gobierno a los trabajadores de la educación incluía un aumento salarial anual del 2,5% para los que ganan menos de 43 mil dólares y del 1,5% para el resto de la plantilla.
Desde entonces, Ford ha dicho que se presentaría una nueva oferta “mejorada” que beneficiaría “especialmente” a los trabajadores con menos ingresos.
El martes pasado surgieron informes no confirmados que citaban una nueva oferta del 3,5% y del 2%, pero Walton dijo entonces que el sindicato no aceptaría dicha oferta.