El polémico nuevo plan de Ontario para enviar a los estudiantes de vuelta a las aulas el mes que viene ha sido muy criticado, con muchos padres y profesores pidiendo protocolos más seguros.
Rodrigo Díaz M.
En un correo electrónico enviado a la Junta Escolar del Distrito de Toronto (TDSB, por sus siglas en inglés) ayer, Toronto Public Health (TPH) dijo que tiene preocupaciones con varios aspectos de la propuesta de la junta, que se basa en las directrices establecidas por el premier Doug Ford y su equipo.
Uno de los puntos clave es el número de estudiantes por salón clases, que no se están reduciendo a pesar de la amenaza del COVID-19, aunque Ford ha asegurado al público que Ontario seguirá teniendo la cantidad de estudiantes por aula más pequeña de todo el país.
La TPH está sugiriendo que se reduzca el número de alumnos por salón de clases para permitir un distanciamiento físico adecuado, para asegurar que el riesgo de exposición de un caso potencial se limite al menor número de personas posible y para permitir que los profesores mantengan el control sobre los estudiantes y se aseguren de que se siguen las medidas de salud y seguridad.
También señaló que, en el plan actual, los niños de tercer grado y menores no tendrán que usar máscaras como lo harán los estudiantes mayores, lo que plantea un riesgo que se ve agravado por la cantidad de estudiantes en las clases y el hecho de que la provincia recomienda una distancia física de sólo un metro entre los pupitres, en lugar de los dos metros estándar que recomiendan las autoridades sanitarias de todo el mundo.
A muchos les preocupa que las escuelas sirvan de perfecto caldo de cultivo para el virus y que el mero número de estudiantes y personal que entren en contacto entre sí dificulte enormemente el rastreo adecuado de los contactos del COVID-19.