Rodrigo Díaz M.
Para algunos, cambiar el nombre de la Dundas Street de Toronto es un paso necesario para enfrentarse a la historia de una ciudad construida en parte por personas relacionadas con la trata transatlántica de esclavos del Imperio Británico.
Otros afirman que el costo estimado de 8,6 millones de dólares del cambio de nombre de esta vía de 23 kilómetros es un gasto inútil para una ciudad que se enfrenta a una crisis financiera, incluido un inminente déficit presupuestario estimado en 1.5 billones de dólares.
El Ayuntamiento de Toronto dice que dará a conocer los nuevos nombres propuestos para la Dundas Street de Toronto en otoño. El cambio de nombre parece seguir adelante después de que la nueva alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, expresara su apoyo al proyecto a principios de este mes, y su portavoz Shirven Rezvany lo respaldara como una “respuesta a los deseos de la comunidad”.
La Dundas Street, que discurre de este a oeste por el extremo sur de Toronto, debe su nombre a Henry Dundas, primer vizconde Melville, un activo político desde la década de 1770 hasta principios de 1800, cuando el Parlamento británico debatía mociones sobre la abolición de la esclavitud.
Hay controversias en torno al papel de Dundas en la propagación del comercio de esclavos.
Expertos afirman que cuando Gran Bretaña buscaba sopesar la abolición Dundas intervino e introdujo una moción a favor de la abolición gradual de la esclavitud.
La moción de Dundas pretendía mantener la esclavitud sin el comercio de esclavos a largo plazo, pero el debate en curso dio tiempo a los propietarios de esclavos para incrementar el intercambio de más personas de color, sobre todo jóvenes, para mantener a las poblaciones esclavizadas.
Un descendiente de Dundas, Bobby Dundas, ha argumentado que Dundas era en realidad un abolicionista que trataba de ser estratégico con la moción de “abolición gradual”.
Antes del esperado cambio de nombre, se ha encargado a un comité de 20 personas formado por residentes, concejales de distrito y propietarios de negocios que inviten a “historiadores y líderes comunitarios especializados en historia y cultura africana e indígena” a proponer nuevos nombres.