Rodrigo Díaz M.
Un tiroteo se produjo hoy el Ayuntamiento de Crocus antes de un concierto con todas las entradas agotadas de una banda rusa de rock progresivo, según las autoridades.
Varios hombres armados abrieron fuego en una popular sala de conciertos en las afueras de Moscú, matando a decenas de personas, dijo el Servicio Federal de Seguridad de Rusia.
El tiroteo se produjo en la sala Crocus de Krasnogorsk, al oeste del centro de Moscú. RIA Novosti, agencia de noticias estatal rusa, informó de que “al menos tres personas vestidas de camuflaje irrumpieron en la planta baja” del local y “abrieron fuego con armas automáticas”, hiriendo a varias personas.
Associated Press, citando al Servicio Federal de Seguridad, informó de que al menos 40 personas murieron y más de 100 resultaron heridas en el atentado.
Vídeos publicados en las redes sociales y confirmados por medios de comunicación estadounidenses mostraban a hombres con rifles moviéndose por la sala de conciertos. Fotos y vídeos del lugar de los hechos mostraban la sala de conciertos envuelta en llamas.
El grupo ruso de rock progresivo Picnic tenía previsto ofrecer el viernes un concierto con todas las entradas agotadas en la sala, con capacidad para 9.500 personas. Según las autoridades, el tiroteo se produjo antes del comienzo del concierto.
No hubo reivindicaciones inmediatas sobre la autoría del tiroteo.
Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, condenó lo que calificó de “sangriento ataque terrorista”.
“Ahora, como han declarado las autoridades rusas, se están dedicando todos los esfuerzos a salvar a la gente”, dijo Zakharova en un comunicado. “Toda la comunidad mundial está obligada a condenar este monstruoso crimen”.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, dijo que cancelaba todos los actos públicos en Moscú este fin de semana.
“He tomado la decisión de cancelar todos los eventos deportivos, culturales y otros eventos públicos en Moscú este fin de semana”, dijo Sobyanin en un post de Telegram. “Les pido que tratéis esta medida con comprensión”.
A principios de este mes, la embajada de Estados Unidos en Moscú emitió una alerta de seguridad en la que advertía de que estaba “vigilando informes de que extremistas tienen planes inminentes de atentar contra grandes concentraciones en Moscú”, incluidos conciertos.
El comunicado del 7 de marzo aconsejaba a los ciudadanos estadounidenses de la zona de Moscú que “evitaran las grandes concentraciones en las próximas 48 horas”.
El atentado mortal del viernes se produce menos de una semana después de que el presidente ruso Vladimir Putin obtuviera un quinto mandato en unas elecciones aplastantes que Estados Unidos y otros líderes occidentales denunciaron como una farsa.
También se produce en medio de la actual guerra de Rusia contra Ucrania, que se encuentra ya en su tercer año.