Rodrigo Díaz M.
Un hombre armado irrumpió a primera hora de la mañana del jueves de la semana pasada en un rascacielos en construcción en el centro de Auckland, disparando contra trabajadores aterrorizados y matando a dos personas, mientras Nueva Zelanda se preparaba para acoger partidos de la Copa Mundial Femenina de la FIFA.
El pistolero fue hallado muerto tras un tiroteo con la policía, durante el cual un agente resultó herido de bala. También resultaron heridos cuatro civiles.
El tiroteo se produjo cerca de los hoteles donde se han alojado el equipo de Noruega y otras selecciones de fútbol.
El primer ministro neozelandés, Chris Hipkins, declaró que el torneo seguiría adelante tal y como estaba previsto.
“Está claro que, con el comienzo de la Copa Mundial de la FIFA esta tarde, hay muchas miradas puestas en Auckland”, declaró Hipkins. “El gobierno ha hablado con los organizadores de la FIFA esta mañana y el torneo seguirá adelante como estaba previsto”.
“Quiero reiterar que no existe una amenaza más amplia para la seguridad nacional. Esto parece ser la acción de un individuo”.
Hipkins dijo que el pistolero iba armado con una escopeta. La policía llegó a los pocos minutos de la primera llamada de emergencia y corrió hacia el peligro para salvar vidas, dijo.
“Este tipo de situaciones se producen con rapidez y las acciones de quienes arriesgan su vida para salvar a otros son heroicas”, declaró Hipkins.
El comisario de policía Andrew Coster dijo que el pistolero era un joven de 24 años que había trabajado anteriormente en la obra, y que la motivación del tiroteo parecía estar relacionada con su trabajo allí.
El pistolero tenía antecedentes de violencia familiar y estaba cumpliendo una condena de arresto domiciliario, pero tenía una exención para trabajar en la parte baja de Queen Street, dijo Coster.
El pistolero empezó a disparar sobre las 7:20 de la mañana y la policía no tardó en rodear la zona.
Se desplazó por el edificio disparando a la gente, dijo Coster, mientras muchos trabajadores huían o se escondían. El hombre armado se atrincheró entonces en el hueco de un ascensor en la tercera planta, dijo Coster, donde agentes del tipo SWAT se enfrentaron a él después de asegurar las plantas superior e inferior.
“El agresor disparó contra la policía, hiriendo a un agente”, dijo Coster. “Se intercambiaron disparos y el delincuente fue hallado fallecido más tarde”.
Coster dijo que aún no estaba claro si la policía había disparado al pistolero o éste se había suicidado. Dijo que el tirador no tenía licencia de armas y por lo tanto no debería haber estado en posesión de un arma.