Otro trabajador inmigrante ha muerto, víctima del COVID-19 en Ontario. Aun no se revela su identidad ni su nacionalidad. Los dos primeros muertos eran mexicanos.
Rodrigo Díaz M.
Un trabajador inmigrante de una granja cerca de Simcoe, Ontario, es el último trabajador extranjero de la provincia en morir luego de contagiarse con COVID-19.
La Unidad de Salud de Haldimand-Norfolk confirmó que el trabajador trabajaba en el Scotlynn Group, una operación agrícola a gran escala en Vittoria, Ontario, que actualmente reportó que tiene 217 casos positivos que involucran a trabajadores migrantes y empleados agrícolas.
Se conocen pocos detalles sobre el trabajador en este momento, pero la unidad de salud indicó que la persona fue hospitalizada en la unidad de cuidados intensivos antes de fallecer.
“Estoy sumamente triste por esta pérdida de vidas”, dijo la alcaldesa del condado de Norfolk, Kristal Chopp.
“Es una tragedia que alguien que viene a Canadá para trabajar en la industria agrícola y mantener a su familia en su país pierda la vida tan lejos de sus seres queridos”.
La unidad de salud dijo que el oficial médico de salud de la región, un miembro del clero católico y el personal de la unidad de salud visitaron a los trabajadores de la granja el sábado por la noche para dar personalmente la noticia.
Esta es la tercera muerte de un trabajador extranjero en la provincia.
A finales de mayo, Bonifacio Eugenio Romero, de 31 años de edad, de México, fue el primer trabajador que murió a causa del COVID-19. Alrededor de una semana después, Rogelio Muñoz Santos, un trabajador de 24 años también de México, murió después de contraer el virus. Ambos hombres trabajaban en granjas en Windsor-Essex.
Actualmente, la Unidad de Salud de Haldimand-Norfolk dice que 199 trabajadores inmigrantes del Grupo Scotlynn han dado positivo por el virus, junto con otras 18 personas asociadas a la granja.