Rodrigo Díaz M.
SpaceX ha limitado la capacidad de Ucrania para utilizar su servicio de Internet por satélite con fines militares, tras los informes de que Kiev lo ha utilizado para controlar drones.
A principios de la guerra, Ucrania recibió miles de antenas parabólicas Starlink de SpaceX, que se conectan a los satélites y ayudan a la gente a mantenerse conectada a Internet.
Pero también se dice que ha utilizado la tecnología para ubicar tropas rusas, incumpliendo las políticas establecidas por SpaceX.
Un funcionario ucraniano declaró que las empresas tenían que elegir de qué “lado” estaban.
Podían unirse a Ucrania y “el derecho a la libertad”, o elegir a Rusia y “su ‘derecho’ a matar y apoderarse de territorios”, tuiteó el asesor presidencial Mykhailo Podolyak.
El presidente de SpaceX, Gwynne Shotwell, explicó que la tecnología Starlink “nunca fue concebida para ser utilizada como arma”.
Hizo referencia al supuesto uso de Starlink por parte de Ucrania para controlar aviones no tripulados, y subrayó que el equipo se había proporcionado para uso humanitario.
Los aviones no tripulados han desempeñado un papel importante en la guerra, ya que Kiev los ha utilizado para buscar tropas rusas, lanzar bombas y contrarrestar los ataques con aviones no tripulados de Moscú.
El fundador de SpaceX, Elon Musk, ha acusado a Rusia de intentar interferir las señales de Starlink.
Shotwell confirmó que era aceptable que los militares ucranianos utilizaran la tecnología Starlink “para comunicaciones”, pero afirmó que su intención era “que nunca la utilizaran con fines ofensivos”.
Afirmó que la empresa había tomado medidas para “limitar” la capacidad de las fuerzas armadas ucranianas de utilizar Starlink de forma ofensiva, sin dar más detalles.
Tras invadir el país vecino en febrero del año pasado, Rusia se apresuró a cerrar los servicios locales de Internet y a bloquear las redes sociales.
Las primeras antenas Starlink llegaron a Ucrania poco después, en un esfuerzo por garantizar que la población siguiera conectada. Funcionan conectándose a satélites en órbita terrestre baja.
Además de los terminales enviados directamente por la propia empresa, otros han sido financiados por gobiernos extranjeros.