En el 2007, el área de Jane y Finch, conocida también como University Heights, fue considerada la más peligrosa de Canadá debido a la alta tasa de crímenes en esa zona urbana densamente poblada. Diez años han pasado después de esa categorización y se han hecho esfuerzos para “limpiarla” de la criminalidad, sin embargo, el estereotipo ha quedado plasmado en muchos residentes de Toronto que no se arriesgan a caminar por ahí ante el temor a ser asaltados.
Por Francisco Reyes
TORONTO. Pero quienes allí habitan, entre ellos un considerable número de personas de origen latinoamericano, llevan una vida normal, como si los crímenes de hace una década fueron como pesadillas del pasado.
Localizado en el noroeste de Toronto, en el distrito de North York, próximo a la York University, el gran vecindario de Jane y Finch está delimitado por la Carretera 400 al oeste, Driftwood Avenue, al este, Grandravine Drive al sur, y Shorham Drive al norte.
Es una de las áreas más multiculturales de la ciudad en la que conviven nativos y descendientes de Jamaica, La India, Sri Lanka, Pakistán, Vietnam, Ghana, Somalia, Italia, y países de América Latina.
Según el censo del 2011, el 54.14% de su población recibe ingresos menores de $20,000. Es decir, más de la mitad de sus habitantes está por debajo de la línea de pobreza de Canadá.
En términos sociológicos, esto se traduce en una problemática social en la que se combinan el alto consumo de drogas y alcohol, la prostitución y la delincuencia callejera.
Está considerado el de mayor ocurrencia de crímenes entre los vecindarios de Toronto, cuya tasa ronda en un 13.06% de crímenes contra las personas y 54.14% por 1000 contra la propiedad.
En la zona convergen los distritos electorales de los concejales Georgio Mammolitti, Anthony Peruzza y María Augimeri; el distrito electoral provincial de Mario Sergio y el federal de Judy Sgro. Sin embargo, los residentes se han quejado que la clase política no ha hecho lo suficiente para erradicar la delincuencia y la pobreza en esa amplia zona.
Debido a la ocurrencia de asesinatos, mayormente entre pandilleros que se disputan puntos clave para el comercio drogas, las autoridades municipales, provinciales y federales, en conjunción con organizaciones comunitarias, contrario a lo que muchos opinan, se han visto en la urgencia de diseñar estrategias con el fin de reducir a cero la criminalidad.
Para ello se han invertido sumas millonarias procedentes de los tres niveles del gobierno y de la agencia United Way, que ayuden a los habitantes a integrarse en proyectos para reducir los niveles de pobreza y los efectos negativos de ésta, dentro del plan “Toronto Strong Neibourhood Strategy 2020”, que abarca 31 proyectos y busca mejorar la salud y el bienestar social de los distritos más pobres de esta ciudad.
En términos del crimen, la División policial 31, localizada a pocas cuadras de la intersección de Jane St y Finch Ave West, es una de las más ocupadas de Toronto en el manejo frecuente de problemas callejeros y referentes a la violencia doméstica. \
Los uniformados de esa división policial, no obstante, han arremetido contra los pandilleros obligándolos a dispersarse por otras zonas. De hecho, los asesinatos han disminuido sustancialmente.
Los últimos hechos de sangre, apenas dos en lo que va de año, se remontan al febrero, cuando un joven de 17 años fue herido de bala en el estómago, a plena luz del día, en el estacionamiento de Yorkgate Mall. En abril, un hombre de 37 años falleció a causa de un disparo en Yewtree Blvd, alrededor de la 10:30 de la noche.
Comparado con otros años, estos dos hechos de sangre mantienen la percepción estereotipada de que la zona sigue siendo altamente peligrosa, 10 años después del gran brote de violencia en la zona.
¿Es realmente el área de Jane y Finch tan peligrosa para la movilidad de los ciudadanos? ¿Qué tan seguros se sienten los residentes? ¿Es no recomendable para el desarrollo normal de los niños?
Entre la tarde del lunes y la mañana del martes este medio de prensa trató de recabar opiniones entre miembros de la comunidad hispana residentes en estos conflictivos vecindarios. Tratando de saber si consideraban que el área de Jane y Finch era aún peligrosa, pudimos notar que los entrevistados están afectados por el síndrome del miedo, por lo que no se animaron a dar declaraciones ni, mucho menos, a dejarse fotografiar.
En la “Food Court” del Jane/ Finch Mall, donde con frecuencia se reúnen grupos hispanos en cesantía, uno de los interceptados dijo no saber nada de lo que ocurría en la zona. ¿Era una respuesta para evitar represalia?
Pero lo cierto es que el área de Jane y Finch ha cambiado. Antes, los residentes se recogían temprano en sus hogares por temor a ser asaltados. Incluso, una cafetería de la zona, que años atrás solía cerrar a las 7:00 pm, hoy tiene un rótulo con un horario indicando el cierre a las 10:00 pm.
Más allá de esa hora, es frecuente encontrar a los asiduos tomadores que merodean por los alrededores de la cervecería, hasta que el negocio cierre. Algunos negocios de comida rápida permanecen abiertos hasta más de la medianoche y con suma frecuencia se alcanza a ver alguna unidad móvil de la policía custodiando la zona para poner a rayas a los delincuentes.
Francisco Reyes puede ser contactado en [email protected]
CITA
“Es una de las áreas más multiculturales de la ciudad en la que conviven nativos y descendientes de Jamaica, La India, Sri Lanka, Pakistán, Vietnam, Ghana, Somalia, Italia, y países de América Latina”
CIFRA
$20 MIL
O menos, es el salario que recibe el 54.14% de la población de esta zona, según el censo del 2011