Por Oscar Vigil
TORONTO. La investigación cuenta la historia de un granjero estadounidense que una mañana del presente invierno encontró a una familia mexicana con niños pequeños que había dormido en su granero, y que le pidieron ayuda para llegar hasta el pueblo mas cercano. Él se rehusó y llamó a la Patrulla Fronteriza, quienes se hicieron presentes y capturaron a los indocumentados.
Esta es una situación cada día más común, dicen muchos de los entrevistados, la mayoría de los cuales prefieren que sea la Patrulla Fronteriza estadounidense la que se haga cargo de la situación.
Porque las cosas han cambiado en los últimos años, y en lugar de afrontar un arduo viaje a través del Tapón del Darién, en Panamá, y un encuentro casi seguro con la Patrulla Fronteriza en la frontera sur de los Estados Unidos, inmigrantes mayormente de México, pero también de Colombia y Venezuela, y de lugares más lejanos como India, están volando a Canadá y aprovechando los cruces fronterizos que no cuentan con muros o vallas como en la frontera sur.
Sin embargo, las condiciones peligrosas especialmente durante el invierno han llevado a repetidos rescates de migrantes que quedan varados en bosques oscuros o que deben ser tratados por hipotermia. Y por lo menos una docena de ellos (familias, niños, una madre embarazada) han muerto intentando cruzar en los últimos dos años, y sus cuerpos congelados han sido recuperados de ríos y bosques, dice el reporte.
Según los datos proporcionados, los funcionarios estadounidenses de la frontera norte con Canada registraron 191,603 encuentros con personas que cruzaban a Estados Unidos en el 2023, lo que equivale a un aumento del 41 por ciento con respecto al 2022, aunque sigue siendo una cifra pequeña en comparación con los más de dos millones de personas detenidas en la frontera sur, con México, el año pasado.
Y si bien la gran mayoría de esos migrantes se presentaron en los puertos de entrada oficiales para solicitar refugio, un número creciente fue capturado después de cruzar ilegalmente a Estados Unidos desde Canada, a veces guiados por contrabandistas.
Más de 12,200 personas fueron detenidas el año pasado cruzando ilegalmente desde Canadá, un aumento del 241 por ciento con respecto a los 3,578 arrestados el año anterior. La mayoría de ellos eran mexicanos, que pueden volar a Canadá sin visa y prefieren la frontera norte para evitar los cárteles que explotan a los inmigrantes en su país, dice la investigación.
Esta situación, continúa, ha transformado un área fronteriza de 295 millas a lo largo del norte de Nueva York, Vermont y New Hampshire, en su frontera con Canada, en un punto caliente de migración: alrededor del 70 por ciento de los cruces ilegales en 2023 ocurrieron en este tramo, conocido como el Sector Swanton.
Así, el condado de Clinton, Nueva York, una franja rural de granjas y pequeños pueblos justo al sur de la provincia de Quebec, se ha convertido en uno de los principales pasos para los inmigrantes que se dirigen al sur, lo que inquieta a algunos residentes y funcionarios locales.
Los granjeros están viendo cada vez más a inmigrantes caminando por sus campos y patios traseros, o cargando maletas por oscuros caminos secundarios. Después de cruzar desde Canadá, algunos migrantes se refugian del frío gélido dentro de los graneros y garajes de los residentes, a veces desapercibidos excepto por las cámaras de caza de ciervos activadas por movimiento que los capturan en plena noche.
Un granjero productor lechero contó que tres inmigrantes de Guatemala se refugiaron recientemente en una de sus lecherías. Uno de sus trabajadores, que es latinoamericano y habló con ellos en español, le dijo que los inmigrantes acababan de cruzar desde Canadá y estaban buscando trabajo. El granjero llamó a la Patrulla Fronteriza, que apareció a los pocos minutos para recogerlos.
Explican que este patrón explotó en 2017, cuando miles de solicitantes de refugio comenzaron a cruzar los campos pero de camino hacia Canadá, porque temían ser deportados bajo la presidencia de Donald Trump, lo cual continúa hasta el día de hoy. Esto ha sido denunciado los por lideres políticos de Quebec, quienes advirtieron el mes pasado que la aglomeración de solicitantes de asilo estaba llevando a la provincia a un “punto de quiebre”, por lo que el gobierno federal canadiense está considerando implementar un requisito de visa para los viajeros mexicanos.
Pero ahora, el creciente número de inmigrantes que se desplazan desde Canada hacia el sur, hacia los Estados Unidos, ha creado un flujo bidireccional que ha abrumado y frustrado a los funcionarios locales en la zona norte de Nueva York. Argumentan que están agotando los recursos policiales locales, obligando a los agentes de la Patrulla Fronteriza a responder a demasiadas llamadas y poniendo a los migrantes en riesgo.
Los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos dijeron en un comunicado que el país había forjado una estrecha relación de trabajo con Canadá “para facilitar los cruces legales a través de los puertos de entrada y contrarrestar la migración irregular, incluso en el sector Swanton”.