Rodrigo Díaz M.
Canadá ha acogido al personal de la televisión y el cine desde que el sector se reabrió el verano pasado, y ahora está en auge.
Según el Gremio de Directores de Canadá, sólo en Ontario se están realizando 87 grandes producciones. Entre ellas figuran series de televisión como Locke and Key, Chucky, See y Star Trek.
La industria ha podido prosperar en medio de la pandemia de COVID-19 en gran parte gracias a los esfuerzos de colaboración de productores y sindicatos para mantener la seguridad y seguir los protocolos de salud y seguridad. Como consecuencia, los casos de COVID-19 en los platós de televisión y cine se han mantenido bajos.
De hecho, en una encuesta por muestreo de las producciones en Ontario el año pasado, se descubrió que menos del 0,1% de los trabajadores de equipos de televisión y cine contrajeron el virus. Esto demuestra el compromiso de permitir que la industria siga funcionando.
Toronto Public Health ha investigado 15 producciones desde el otoño pasado y ha reportado solo 34 casos de COVID-19.
Los platós de rodaje siguen los protocolos de salud y seguridad que el gobierno ha establecido para los lugares de trabajo. Los productores trabajaron con los sindicatos para adaptar estos protocolos a la industria de la televisión y el cine.
Según Aren Prupas, director de operaciones de Muse Entertainment, los controles sanitarios diarios se han convertido en la norma, así como las pruebas periódicas.
Cuando los actores se quitan la máscara para actuar, todo el mundo en el plató está obligado a llevar una máscara y un protector facial.
El sector no sólo le va bien en lugares populares como Toronto, Montreal y Vancouver, sino también en varias provincias como Alberta, Manitoba y Nova Scotia.
El gobierno federal también ayuda a las producciones a asegurarse contra los cierres relacionados con el COVID-19 mediante el recientemente anunciado Fondo de Compensación a Corto Plazo (STCF, por sus siglas en inglés).
El 21 de mayo, el ministerio del patrimonio canadiense anunció un aumento de la cobertura, que ahora asciende a 149 millones de dólares canadienses.