Rodrigo Díaz M.
En los últimos días del 2023, el gobierno federal aprobó la adquisición de HSBC Canada por 13.5 billones de dólares por parte de RBC, a pesar de la preocupación de los críticos por la posibilidad de que ahogue la competencia. Los clientes de banca empezarán a ver el año que viene cómo se desarrolla la adquisición, que se espera cerrar en el primer trimestre.
En su declaración económica de otoño, el gobierno federal anunció que en el presupuesto del 2024 introduciría legislación para establecer un marco de banca abierta.
La banca abierta, o lo que el gobierno denomina “banca orientada al consumidor”, facilitaría a los canadienses y a las pequeñas empresas compartir de forma segura sus datos financieros entre servicios, incluidas opciones como las aplicaciones de elaboración de presupuestos. Por ejemplo, un cliente podría agrupar todas sus cuentas bancarias en una única interfaz, lo que facilitaría añadir y gestionar cuentas sin coste u otros productos.
Los liberales federales habían prometido en su campaña electoral de 2021 implantar la banca abierta a más tardar a principios del 2023.
El gobierno federal dijo en su presupuesto del 2022 que presentaría legislación para introducir un único organismo de reclamaciones. En octubre de este año, el gobierno anunció que el defensor del pueblo para servicios bancarios e inversiones, uno de los dos organismos existentes, tendría jurisdicción sobre todas las reclamaciones bancarias a partir del 1 de noviembre del 2024. El otro, ADR Chambers, seguirá operando sus otros servicios de resolución de conflictos.
En el presupuesto del 2023, el Gobierno redujo las tasas de interés que pueden aplicar los prestamistas. La tasa máxima pasó del equivalente a una tasa anual equivalente (TAE) del 47% al 35% TAE y ajustó la exención de los préstamos de día de pago del Código Penal para exigir a los prestamistas de día de pago que no cobren más de 14 dólares por cada 100 dólares prestados.
Más recientemente, el gobierno federal ha afirmado que está presionando para que se apliquen tarifas más específicas, como las comisiones por fondos insuficientes, además de aumentar el acceso a opciones de cuentas bancarias de bajo coste o gratuitas. En la actualidad, sólo pueden acceder a estas cuentas los jóvenes, los estudiantes, las personas de la tercera edad con ingresos garantizados y los beneficiarios de planes de ahorro registrados para discapacitados.