Por Raúl A. Pinto
Un par de fotografías en redes sociales muestran el uso de bloques de cemento gigantes usados por la provincia de Ontario para detener el ingreso a supuestas tiendas ilegales de cannabis.
CBC News informó que este sería el último movimiento realizado para darle un alto a los dispensarios ilegales que, debido a algunos vacíos legales en la Ley de Control de Cannabis de Ontario han podido seguir operando.
El problema en la legislación está presente porque no se puede cerrar un centro ilegal de venta de cannabis si el edificio donde opera además es una residencia privada. Esta información es confirmada por Mark Sraga, oficial administrativo de la oficina de Ontario para licencias comerciales.
“La verdad es que esto ha demostrado ser una táctica un poco ligera para este problema” dice Sraga, agregando que “las tiendas ilegales de cannabis han seguido funcionando en Toronto a pesar de todas las redadas e intentos de bloqueo de las entradas de las tiendas con otros medios como las puertas de acero. Hoy calculamos que existen por lo menos doce tiendas en funcionamiento”.
El pasado jueves 6 de junio se presentó en el parlamento provincial un proyecto de ley que busca arreglar este problema, al eliminar esta excepción, donde Sraga dice existen muchos vendedores que instalan camas para demostrar que ellos viven ahí.
Estos parches legales han sido objetados por políticos como el NDP Jeff Burch, quien expresó su preocupación por el hecho que estas redadas pudieran permitir la expulsión de una familia debido a que uno de los familiares venda cannabis.














