Rodrigo Díaz M.
Un nuevo informe revela que sólo el 29% de las personas que necesitan guarderías hacen uso de las mismas.
El informe, publicado por la organización sin ánimo de lucro Childcare Resources and Research Unit, muestra que sólo hay una plaza de guardería disponible para el 29% de los niños que la necesitan.
Durante las órdenes de cierre por la pandemia del COVID-19, la crisis cobró protagonismo para los padres que tenían que ausentarse del trabajo para cuidar a sus hijos. Sin embargo, el problema persiste desde hace décadas, según Morna Ballantyne, directora ejecutiva de Child Care Now, una organización de defensa de los derechos de los niños.
“Creo que una de las causas de la escasez de plazas autorizadas es que el cuidado de los niños ha estado mucho tiempo en las noticias”, declaró Ballantyne.
Recientemente, el gobierno federal creó un plan en colaboración con las provincias y territorios para crear más de 300 mil nuevas plazas de guardería y rebajar la tarifa a 10 dólares al día en los próximos cinco años.
“Así que muchos padres, familias para las que el cuidado de los niños era inasequible en el pasado, ven ahora que quizá puedan permitírselo”, explica Ballantyne. “Así que están ahí fuera buscando y añadiendo sus nombres a las listas de espera”.
Ballantyne afirmó que la crisis no es nueva, y cita su propia experiencia con las guarderías en Canadá hace 39 años, cuando tuvo que añadir a su hijo nonato a una lista de espera.
“En particular, el acceso a guarderías autorizadas es un problema”, dijo. “Durante décadas, los gobiernos han confiado a particulares y organizaciones, con o sin ánimo de lucro, la creación de guarderías”.
Ballantyne explicó que los gobiernos deben tomar medidas porque el problema es “urgente y universal” y no se resolverá con un mosaico de pequeñas organizaciones.
Otro problema para conseguir guarderías de 10 dólares al día y crear suficientes plazas son los salarios de los empleados, explica Ballantyne. Los salarios varían de un país a otro, pero a escala nacional rondan los 38.800 dólares anuales.
Debido a los bajos salarios, según Ballantyne, el personal abandona el sector en “masa”.
“Es realmente difícil retener al personal, sobre todo al cualificado, porque los salarios son muy bajos, y no se trata sólo de los salarios, sino que hay muy poca compensación adicional, por ejemplo, en forma de planes de beneficios o pensiones”.
“Si los gobiernos se empeñan en crear más espacios, va a ser muy, muy difícil dotarlos de personal”. “Los centros y proveedores existentes tienen problemas para mantener espacios abiertos porque simplemente no encuentran personal”.