Rodrigo Díaz M.
La ministra de economía federal, Chrystia Freeland, ha declarado que es necesaria una mayor competitividad en el sector canadiense de la alimentación, ya que los consumidores tienen que hacer frente a la subida de los precios de los alimentos, después de que dos de las mayores empresas de alimentación del país hayan registrado un aumento de las ventas y los beneficios en el último trimestre.
En una conferencia de prensa celebrada en Mascouche (Quebec), Freeland afirmó que es necesario introducir cambios importantes en la legislación canadiense sobre competencia para ayudar a estabilizar los precios de los alimentos.
“Tenemos que introducir más competencia en la economía canadiense, sobre todo en el sector de la alimentación”, declaró. “Estamos dispuestos a utilizar todas las herramientas de nuestra caja de herramientas, incluida la política fiscal, para asegurarnos de que los precios se estabilizan”.
Las declaraciones de Freeland se produjeron a raíz de los resultados financieros de Loblaw Companies Ltd. y Metro Inc.
Loblaw registró unos beneficios de 621 millones de dólares en el tercer trimestre, frente a los 556 millones del mismo trimestre del año anterior. Los ingresos del trimestre ascendieron a 18,32 billones de dólares, frente a 17,39 millones.
Por su parte, Metro obtuvo beneficios en el cuarto trimestre de 222,2 millones de dólares, frente a los 168,7 millones de un año antes, mientras que las ventas ascendieron a unos cinco billones de dólares, frente a los 4.43 billones del año anterior.
A medida que los canadienses buscan cada vez más ahorrar en los costos de alimentación, Loblaw y Metro dijeron que han ido convirtiendo las tiendas a enseñas de descuento y están viendo un mayor crecimiento de las ventas en las marcas de distribuidor.
En septiembre, el gobierno federal presentó una ley destinada a reforzar la Oficina de la Competencia, que le faculta, entre otras cosas, para exigir información a las empresas en el marco de sus estudios de mercado, así como para bloquear las colaboraciones que vayan en detrimento de la competencia y la capacidad de elección.
“Los cambios en la legislación sobre competencia en Canadá son realmente significativos”, declaró Freeland. “Los cambios que proponemos son históricos y van a marcar una gran diferencia”.