Rodrigo Díaz M.
El consumo mundial de carbón alcanzó un nuevo récord en el 2022 y se espera que se mantenga cerca de esos altos niveles este año, según informó la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su última actualización del mercado.
El consumo de carbón aumentó un 3,3% hasta los 8.3 billones de toneladas en el 2022. Según la AIE, el fuerte crecimiento en Asia, tanto en generación de energía como en aplicaciones industriales, sigue superando los descensos en Europa y Estados Unidos.
“En el 2023 y en el 2024, es probable que los pequeños descensos en la generación de electricidad a partir del carbón se vean compensados por aumentos en el uso industrial del carbón, según las previsiones del informe, aunque existen grandes variaciones entre regiones geográficas”, señaló la AIE en un comunicado de prensa.
Se prevé que China, India y los países del sudeste asiático sumen tres de cada cuatro toneladas de carbón consumidas en el mundo este año. La demanda de los dos mayores consumidores, China e India, creció más de un 5% durante el primer semestre de 2023.
Mientras tanto, la demanda de carbón en la Unión Europea fue mínima en el 2022, “ya que un repunte temporal en la generación de electricidad a partir de carbón se vio casi compensado por un menor uso en la industria”, señaló la AIE.
El abandono del carbón en los Estados Unidos se ve acentuado por la bajada de los precios del gas natural, según la agencia.
Mientras regiones como Europa y Estados Unidos registran descensos en el uso del carbón, la AIE afirma que el nuevo récord mundial de demanda de carbón pone de relieve la necesidad de políticas más firmes e inversiones en energías limpias.
“El carbón es la mayor fuente de emisiones de carbono del sector energético y, en Europa y Estados Unidos, el crecimiento de las energías limpias ha provocado un descenso estructural de su uso”, afirmó Keisuke Sadamori, director de mercados energéticos y seguridad de la AIE.
“Pero la demanda sigue siendo alta en Asia, a pesar de que muchas de esas economías han incrementado significativamente las fuentes de energía renovables. Necesitamos mayores esfuerzos políticos e inversiones para impulsar un aumento masivo de la energía limpia y la eficiencia energética para reducir la demanda de carbón en las economías donde las necesidades energéticas están creciendo rápidamente”.
En el 2021, China e India ya utilizaban conjuntamente el doble de carbón que el resto del mundo. La AIE calcula que su cuota será del 70% en el 2023. Estados Unidos y la Unión Europea, que juntos representaban aproximadamente el 40% hace tres décadas, representan hoy menos del 10%.
Según la AIE, la demanda de carbón cayó más rápido de lo previsto en el primer semestre de este año en Estados Unidos y la Unión Europea: un 24% y un 16%, respectivamente.
Se prevé que el carbón europeo siga cayendo “a medida que se expandan las energías renovables y que la energía nuclear y la hidroeléctrica se recuperen parcialmente de sus recientes caídas”, según la agencia.
Algunos países occidentales ricos y naciones insulares afectadas por el cambio climático han estado presionando para que se abandonen los combustibles fósiles, mientras que los países ricos en recursos han hecho campaña para seguir perforando.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró en junio que los países deben empezar a eliminar progresivamente el petróleo, el carbón y el gas, no sólo las emisiones, y exigió a las empresas de combustibles fósiles que “cesen y desistan” de las medidas que pretenden “poner rodilleras” al progreso climático.