De nuestra redacción:
Al menos 29 muertes de residentes de hogares de ancianos en Ontario han sido relacionadas con COVID-19, más del doble de la cifra que los funcionarios provinciales informaron el lunes.
El creciente número de muertes se basa en la información recogida por CBC News de las unidades locales de salud pública de toda la provincia.
Al menos 22 instalaciones para ancianos se enfrentan actualmente a brotes de COVID-19, según las unidades de salud pública, lo que hace temer que la pandemia provoque más muertes en los hogares de cuidados a largo plazo.
Hasta el miércoles, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus había matado a 40 personas en Ontario y a 107 en todo el país. La Dra. Barbara Yaffe, directora médica adjunta de Health Ontario, dijo ayer por la tarde que 11 de esas muertes fueron residentes en hogares de cuidado a largo plazo, aunque reconoció que la cifra no estaba actualizada.
Pero CBC News encontró que además de las muertes de 12 residentes y un trabajador voluntario en el Hogar de Ancianos Pinecrest en Bobcaygeon, hubo otras 17 muertes relacionadas con COVID-19 en hogares de cuidado a largo plazo y de retiro que se extienden desde Sarnia hasta Orleans.
Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia el 11 de marzo, el ministerio de salud de Ontario aumentó progresivamente las medidas para tratar de mantener a COVID-19 fuera de las instalaciones de cuidados a largo plazo y de retiro, recomendando primero examinar a los visitantes en busca de síntomas y antecedentes de viaje, y luego aconsejando a los hogares que no permitieran ningún visitante no esencial.
Sin embargo, existe la preocupación de que el virus se haya propagado por el personal o los visitantes que no mostraban síntomas o por otros antes de que se aplicaran las restricciones.