Rodrigo Díaz M.
Respaldados por un aluvión de cohetes, militantes de Hamás irrumpieron desde la bloqueada Franja de Gaza en ciudades israelíes cercanas, matando a decenas de personas y secuestrando a otras en un ataque sorpresa sin precedentes durante una importante festividad judía el sábado pasado.
Israel respondió lanzando ataques aéreos en Gaza, y su primer ministro dijo que el país está ahora en guerra con Hamás y prometió infligir una “venganza sin precedentes”.
En un asalto de sorprendente amplitud, los hombres armados de Hamás atacaron hasta 22 localidades fuera de la Franja de Gaza, incluidas ciudades y otras comunidades situadas a 24 kilómetros de la frontera con Gaza. En algunos lugares asesinaron a tiros a civiles y soldados mientras el ejército israelí se apresuraba a responder a la invasión.
El número de muertos en Israel ha alcanzado al menos las 600 personas, según cifras del gobierno, y se cree que hay más de 100 secuestrados y más de dos mil heridos tras el ataque del grupo militante Hamás al país por aire, tierra y mar.
De los secuestrados se creen que varios son turistas provenientes de Canadá, Estados Unidos, México y el Reino Unido.
Las autoridades de Gaza afirman que al menos 370 personas han muerto también en el territorio.
El domingo, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el gabinete de seguridad había aprobado el estado de guerra que había prometido un día antes. En un comunicado, el gabinete de seguridad afirmó también que había aprobado cortar el suministro de electricidad, bienes y combustible a Gaza.
Netanyahu dijo que el país se embarca ahora en “una guerra larga y difícil”.
En el grupo de ataque estadounidense que se desplaza al Mediterráneo oriental se encuentran el portaaviones USS Gerald R. Ford, el crucero de misiles guiados USS Normandy y los destructores de misiles guiados USS Thomas Hudner, USS Ramage, USS Carney y USS Roosevelt.