Rodrigo Díaz M.
Tras el intento de huelga ferroviaria en Canadá, una posible huelga en los puertos estadounidenses de la Costa Este y el Golfo de México amenaza con perturbar las cadenas de suministro.
La Asociación Internacional de Estibadores (ILA), que representa a unos 45 mil estibadores en tres docenas de puertos marítimos desde Texas hasta Maine, ha amenazado con abandonar el trabajo el 1 de octubre si no llegan a un acuerdo sobre un nuevo contrato con la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX) de compañías navieras.
Un paro en los puertos podría retrasar el transporte de mercancías durante semanas o incluso meses, advierten los expertos, con implicaciones mucho más allá de Estados Unidos.
Gran parte de las importaciones a Canadá llegan a través de puertos estadounidenses, que en la costa este pueden manejar mucha más capacidad que el puerto de Halifax y el puerto de Montreal, los principales puntos de embarque canadienses en el Atlántico.
El puerto de Nueva York y Nueva Jersey, el mayor de la costa este, envía anualmente mercancías por valor de unos 300 billones de dólares y el año pasado movió 7,8 millones de unidades . En comparación, el puerto de Montreal registró 1,5 millones en el 2023, y el de Halifax poco más de 546 mil.
Un estudio económico realizado el año pasado por Martin Associates estimó el valor anual de las mercancías manipuladas en el puerto de Montreal en 151.2 billones de dólares, mientras que el puerto de Halifax no calcula esos valores en dólares.
Ambos puertos tendrían dificultades para acoger siquiera una fracción de las mercancías que normalmente entrarían a través de los Estados Unidos además de su tráfico regular de carga.
Si los puertos del este de los Estados Unidos cerraran aunque sólo fuera un día, el impacto sería grave. Los analistas de Sea-Intelligence, una empresa de asesoramiento marítimo con sede en Copenhague, calcularon este mes que se tardaría entre cuatro y seis días en liquidar el retraso de una huelga de un día.