Rodrigo Díaz M.
Corea del Norte afirma haber puesto en órbita con éxito un satélite espía militar.
Las autoridades espaciales del Norte afirmaron en un comunicado que su vehículo de lanzamiento espacial puso en órbita el satélite Malligyong-1.
El comunicado norcoreano afirma que el líder Kim Jong Un observó el lanzamiento. En él se afirma que el satélite espía mejorará la preparación bélica de Corea del Norte en respuesta a los movimientos militares hostiles de sus rivales.
Adicionalmente, el país estaría planeando lanzar más satélites espía.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo que detectó el lanzamiento de lo que Corea del Norte ha descrito como un satélite espía militar desde el principal centro espacial del Norte. Japón también ha detectado un lanzamiento norcoreano.
Según evaluaciones surcoreanas y japonesas, un cohete norcoreano que transportaba el supuesto satélite espía sobrevoló aguas internacionales frente a la costa occidental de la península coreana y luego la isla japonesa de Okinawa en dirección al océano Pacífico.
La oficina del primer ministro japonés emitió brevemente una alerta de misiles J-Alert para Okinawa, instando a los residentes a refugiarse en el interior de edificios o bajo tierra. El ejército de Corea del Sur dijo que mantiene su preparación en estrecha coordinación con Estados Unidos y Japón.
Un satélite espía es uno de los activos militares claves codiciados por el líder norcoreano Kim Jong Un, que quiere modernizar sus sistemas de armas para hacer frente a lo que él llama una escalada de las amenazas de los Estados Unidos. Corea del Norte intentó lanzar un satélite espía en dos ocasiones a principios de año, pero ambos lanzamientos fracasaron por problemas técnicos.
Corea del Norte había prometido que realizaría un tercer lanzamiento en octubre. Pero no siguió adelante con ese plan de lanzamiento sin dar ninguna razón. Funcionarios surcoreanos han dicho que el retraso se produjo probablemente porque Corea del Norte estaba recibiendo ayuda tecnológica rusa para su programa de lanzamiento de satélites espía.
Corea del Norte y Rusia, dos adversarios de Estados Unidos cada vez más aislados en el mundo, se han esforzado por ampliar sus relaciones en los últimos meses. En septiembre, Kim viajó al Extremo Oriente ruso para reunirse con el presidente Vladimir Putin y visitar instalaciones militares clave, lo que desató intensas especulaciones sobre un acuerdo armamentístico entre ambas naciones.
El supuesto acuerdo implica el suministro de armas convencionales por parte de Corea del Norte para reponer las existencias de munición de Rusia, agotadas en su guerra con Ucrania. A cambio, gobiernos extranjeros y expertos afirman que Corea del Norte busca ayuda rusa para mejorar sus programas nucleares y otros programas militares.