Ya sea comprando por internet, suscribiéndose a un boletín online o haciendo un curso virtual, seguro que alguna vez le han pedido que comparta información personal. Sepa qué son los datos personales y por qué se los pueden pedir.
Los datos personales incluyen cualquier cosa que alguien pueda utilizar para identificarle: un número de teléfono, una fecha de nacimiento o una dirección postal, por ejemplo. Como su nombre indica, son personales. Las transacciones en línea requieren que proporcione cierta información, pero es importante saber cómo mantener el control sobre su propia información personal.
Evite llenar los campos que no estén marcados con un asterisco (*). Sólo los campos marcados con un asterisco son “obligatorios”. Los campos obligatorios suelen ser el nombre y la dirección de correo electrónico, además de la dirección y los datos de pago si va a realizar una compra. Antes de introducir cualquier información en un campo no obligatorio, pregúntese siempre por qué se la pide la organización y si le beneficiará revelarla.
Puede retirar el consentimiento de comercialización en cualquier momento. ¿Se inscribió en una lista de correo, pero ya no te interesa? No hay problema. Canadá cuenta con una estricta legislación de protección de la intimidad del consumidor, en virtud de la cual las organizaciones necesitan su consentimiento expreso para enviarte material de marketing; por eso muchas tiendas le piden su dirección de correo electrónico al pasar por caja. Ese consentimiento sólo dura dos años, y después hay que volver a darlo.
Además, los correos electrónicos comerciales deben tener una opción para darse de baja. Conozca sus derechos como consumidor y asegúrese siempre de que sólo recibe comunicaciones que realmente desea recibir.
Averigüe cómo utilizan sus datos las empresas. Busque la página de privacidad de una organización para saber más sobre el uso que hacen de los datos que manejan.
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