Rodrigo Díaz M.
Rusia lanzó hoy una importante cantidad de misiles y aviones no tripulados que alcanzaron edificios residenciales e infraestructuras críticas en toda Ucrania, matando a seis personas, dejando a cientos de miles sin calefacción ni electricidad y dejando fuera de servicio durante horas una central nuclear en lo que constituye el mayor ataque de este tipo en meses.
Las sirenas antiaéreas sonaron durante toda la noche, mientras los ataques afectaban a una amplia franja del país, incluido el oeste de Ucrania, que está lejos de las líneas de defensa. El presidente Volodymyr Zelenskyy dijo que el bombardeo, que se produjo mientras mucha gente dormía, era un intento de Moscú “de intimidar de nuevo a los ucranianos”.
El ministerio de defensa ruso dijo que los ataques eran una represalia por una reciente incursión en la región de Briansk, en el oeste de Rusia, de lo que Moscú afirmaba que eran saboteadores ucranianos. Ucrania negó esta afirmación y advirtió de que Moscú podría utilizar las acusaciones para justificar la intensificación de sus propios ataques.
La guerra se ha estancado en gran medida en el campo de batalla durante el invierno. Las fuerzas del Kremlin empezaron a atacar el suministro eléctrico de Ucrania en octubre, en un aparente intento de desmoralizar a la población civil y obligar a Kiev a negociar la paz según las condiciones de Moscú. Posteriormente, los ataques se hicieron menos frecuentes, y los analistas especulan con la posibilidad de que Rusia se haya quedado sin munición. El último bombardeo importante tuvo lugar el 16 de febrero.
En total, Rusia lanzó hoy 81 misiles y ocho drones Shahed de fabricación iraní, según el comandante en jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, Valerii Zaluzhnyi. Treinta y cuatro misiles fueron interceptados, al igual que cuatro aviones no tripulados, dijo.
Entre las armas había seis misiles de crucero hipersónicos Kinzhal, dijo el portavoz de la fuerza aérea ucraniana Yurii Ihnat.
El ministerio de defensa ruso dijo que el reciente ataque alcanzó objetivos militares e industriales en Ucrania “así como las instalaciones energéticas que los abastecen”.
Casi la mitad de los hogares de la capital, Kiev, se quedaron sin calefacción, al igual que muchos en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, donde también se cortó el agua en un día en el que se esperaba que la mínima rondara el punto de congelación, según las autoridades locales.
Unos 150 mil hogares se quedaron sin electricidad en la región ucraniana de Zhytomyr, al noroeste del país. En el puerto meridional de Odessa se produjeron apagones de emergencia debido a daños en las líneas eléctricas.
Como consecuencia del ataque, la central nuclear de Zaporizhzhia, ocupada por las fuerzas rusas, tuvo que cambiar a generadores diésel, según el operador estatal nuclear Energoatom. Horas después, el operador de la red eléctrica ucraniana, Ukrenergo, dijo que la central había sido reconectada a la red.
Es la sexta vez que la mayor central nuclear de Europa sufre un apagón desde que fue tomada por Rusia hace meses. Las centrales nucleares necesitan energía constante para hacer funcionar los sistemas de refrigeración y evitar una fusión nuclear.
Los generadores diésel pueden hacer funcionar la central durante 10 días, pero los frecuentes apagones han hecho temer la posibilidad de una catástrofe en Zaporizhzhia.
Tres hombres y dos mujeres murieron en la región occidental de Lviv tras impactar un misil en una zona residencial, según informó el gobernador Maksym Kozytskyi. Tres edificios quedaron destruidos por el fuego y los equipos de rescate buscaban entre los escombros más posibles víctimas.
Una sexta persona murió y otras dos resultaron heridas en múltiples ataques en la región de Dnipropetrovsk, dirigidos contra sus infraestructuras energéticas e instalaciones industriales, según el gobernador Serhii Lysak.
Además de la lluvia de misiles, los bombardeos rusos mataron a otros seis civiles entre el miércoles y el jueves, según las autoridades ucranianas, entre ellos tres personas en una parada de autobús en Kherson.
