Rodrigo Díaz M.
Rogers estima que gastará 150 millones de dólares en créditos a clientes relacionados con su reciente interrupción de la red, menos de lo que habían previsto algunos analistas financieros.
La compañía presentó sus resultados financieros del segundo trimestre hoy por la mañana, una actualización que llega después de semanas de problemas para el gigante de las telecomunicaciones.
Rogers también ha dicho que retrasará el plazo para cerrar su histórico acuerdo de 26 billones de dólares para adquirir Shaw, trasladando la fecha para finales de este año. Las empresas habían acordado previamente ampliar el plazo hasta el 31 de julio, pero se enfrentan a una lucha judicial no resuelta con la Oficina de la Competencia sobre la transacción.
Según los nuevos datos financieros de Rogers, sus ingresos del trimestre aumentaron un 8%, hasta 3.87 billones de dólares, en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que el beneficio aumentó un 35%, hasta 409 millones de dólares. Sobre una base ajustada, sus ganancias en el período aumentaron un 20%, hasta 463 millones de dólares u 86 centavos por acción, justo por encima de las estimaciones de los analistas.
La empresa también reportó 122 mil nuevos usuarios de red móvil con contrato durante el trimestre, casi duplicando el número de nuevos clientes que atrajo durante el mismo periodo del año pasado.
Una interrupción del servicio de Rogers provocó la caída de sus redes inalámbricas y de Internet durante más de 15 horas el pasado 8 de julio y ha provocado la indignación de sus clientes y la exigencia de compensaciones. También suscitó una gran preocupación por la incapacidad de la empresa para encauzar las llamadas al 911 de sus abonados durante la interrupción.
“Como resultado de la interrupción, y nuestra promesa a los clientes de que proporcionaríamos proactivamente cinco días de créditos en sus servicios, estimamos que reembolsaremos aproximadamente 150 millones de dólares”, dijo Rogers hoy en un comunicado de prensa.
Algunos analistas habían estimado que los créditos de cinco días que la empresa ofrece a los clientes costarán entre 170 y 175 millones de dólares.
La Comisión Canadiense de Radiotelevisión y Telecomunicaciones está investigando la interrupción y los ejecutivos de Rogers se enfrentaron a duras preguntas durante una audiencia de la comisión parlamentaria a principios de esta semana. El ministro de innovación también ha dado a los principales proveedores de telecomunicaciones de Canadá un plazo de 60 días para llegar a acuerdos formales de asistencia mutua en caso de emergencia.
El consejero delegado de Rogers, Tony Staffieri, aseguró el lunes que la empresa gastará al menos 250 millones de dólares para separar sus redes inalámbricas y de Internet, lo que, según dijo, podría ayudar a mejorar la resistencia de la red en el futuro.
El acuerdo con Shaw también se enfrentó a nuevos obstáculos el mes pasado.
Tras un proceso de mediación a principios de julio, Rogers no llegó a un acuerdo con la Oficina de la Competencia sobre la operación.
La oficina ha llevado a Rogers y Shaw a los tribunales por la adquisición y un acuerdo paralelo para vender el negocio inalámbrico de Shaw, Freedom Mobile, a Quebecor por 2.85 billones de dólares no ha convencido hasta ahora al organismo de control de que la venta no será mala para la competencia o los consumidores.
“Rogers y Shaw siguen adelante con la venta de Freedom Mobile a Quebecor en los términos establecidos en el acuerdo previamente revelado”, dijo hoy Rogers. “La negociación de los documentos definitivos de la transacción está avanzando, y las partes proporcionarán una actualización a su debido tiempo”.