¿Escucha el timbre de su teléfono móvil o lo siente vibrar pero, al revisarlo, no encuentra ninguna llamada o mensaje nuevo? Si le sucede a menudo puede estar afectado por el desorden “ringxiety”.
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— “Quienes se preocupan ante la posibilidad de que sus relaciones sentimentales se tambaleen o de que sus sentimientos hacia su pareja no sean correspondidos, son más propensos a recibir llamadas que no existen”, de acuerdo al doctor Daniel Kruger, de la Universidad de Michigan, U-M, en Michigan (Estados Unidos).
— El doctor Kruger denomina a esta ansiedad asociada a las llamadas, notificaciones o vibraciones ‘fantasma’ y que aún no has sido clasificada como un desorden, como “ringxiety” en inglés, una mezcla de las palabras “ring” (timbre) y “anxiety” (ansiedad).
— “Si una persona sufre “ringxiety” debe compartir momentos agradables con otras personas, pero de forma directa y con los teléfonos apagados, si es ‘adicta’ a las redes sociales, debe ponerse un horario limitado para consultarlas”, explica el doctor Kruger a Efe desde su despacho en Ann Arbor, Michigan.
Los sonidos, pitidos, melodías o vibraciones que emite nuestro teléfono celular a cada instante ya forman parte de nuestra vida cotidiana y, si están ausentes durante mucho tiempo, probablemente los echemos en falta o barruntemos que nos hemos quedado sin batería o algo no funciona.
Pero a veces ocurre a la inversa: algunas personas creen recibir llamadas, mensajes o notificaciones ¡que en realidad no existen!.
Este fenómeno no es raro que les ocurra a los usuarios habituales de teléfonos inteligentes, pero aquellos que tienen “ansiedad de apego”, un desorden caracterizado por la inseguridad en sus relaciones con otras personas, suelen tener estas experiencias con mayor frecuencia, según un estudio de la Universidad de Michigan, U-M (http://umich.edu/), en Michigan, Estados Unidos.
El doctor Daniel Kruger (www-personal.umich.edu/~kruger) , profesor asistente de investigación en la Escuela de Salud Pública de la U-M, ha denominado a este tipo de ansiedad “ringxiety” en inglés, una mezcla de las palabras “ring” (timbre) y “anxiety” (ansiedad).
“Los individuos con una ansiedad de apego muy elevada están preocupados porque las personas con las que se relacionan les abandonen, y porque sus sentimientos hacia su pareja no sean correspondidos”, explica a Efe el doctor Kruger, desde su despacho en Ann Arbor, Michigan.
CONSECUENCIA DEL APEGO EXAGERADO.
“Son personas que necesitan sentirse seguras de que su pareja se preocupa por ellos y recibir mensajes continuamente lo consideran una demostración de que, verdaderamente, le importan a la otra persona”, añade.
“Los individuos que anhelan sentirse tranquilos y seguros respecto de la fortaleza de sus relaciones sociales son más propensao a experimentar las llamadas y los mensajes “fantasmas” en sus teléfonos celulares. Ellos piensan que oyen el timbre del teléfono o lo sienten vibrar, pero no es una llamada real”, señala Kruger.
“Quienes están preocupados por perder a sus relaciones anhelan recibir mensajes de alguien porque, de esa manera, sienten que son importantes para los demás”, explica.
El equipo de Kruger encontró que quienes mantienen una distancia psicológica normal con otras personas son menos propensos a vivir experiencias de mensajes falsos.
Este es el primer estudio que demuestra esta relación entre la ansiedad de apego elevada y la denominada “ringxiety”, la cual “todavía no ha sido clasificada como un trastorno”, según especifica Kruger a Efe.
Consultado sobre cuándo puede afirmarse que una persona padece “ringxiety”, el doctor Kruger responde: “todavía no hay directrices concretas, pero podríamos señalar que alguien lo sufre cuando experimenta estas sensaciones de llamadas fantasmas a menudo y eso le molesta”.
MI TELEFONO VIBRA…¡EN MI IMAGINACIÓN!.
El equipo de Kruger estudió las respuestas de 411 estudiantes de la U-M para determinar el número de veces que experimentaron llamadas fantasmas, y el grado de apego que tenían en sus relaciones interpersonales.
Los investigadores comprobaron que la vibración ‘fantasma’ fue citada por el 75 por ciento de los encuestados, seguida por las notificaciones y las llamadas ‘fantasmas’, experimentadas con menor frecuencia por los participantes.
Según Kruger, algunas personas están muy molestas por este fenómeno, muchas otras simplemente lo ignoran y, alrededor del 12 por ciento, tratan de detener los mensajes ‘fantasma ‘poniendo su teléfono lejos, dándole la vuelta, o apagándolo.
“El móvil es, a menudo, nuestra conexión con el mundo social exterior y la gente que anhela un refuerzo en sus relaciones trasladan esa necesidad a los medios sociales, como sitios web y aplicaciones, que permiten a sus usuarios crear y compartir contenidos o participar en las redes sociales”, según Kruger.
Este investigador destaca que su trabajo es uno de los primeros en vincular las señales ‘fantasmas’ con atributos psicológicos, y el primero que las relaciona expresamente con la ‘ansiedad de apego’, pero reconoce que “es un área que necesita más estudio”.
“En general, estas experiencias representan una molestia menor, pero aquellos que sufren de ansiedad en sus relaciones deberían reconsiderar su dependencia de los medios sociales y, si recibir estas señales con frecuencia. les provoca angustia”, dice.
Consultado por Efe sobre cómo se puede afrontar este desorden, Kruger aconseja “compartir momentos agradables con otras personas, pero de forma directa y con los teléfonos apagados”.
“Si usted descubre que es ‘adicto’ a chequear los medios sociales como Facebook y Twitter, póngase un horario que incluya un poco de tiempo para consultarlos, pero manténgalos apagados el resto del día”, enfatiza Kruger.
Por Ricardo Segura.
EFE/REPORTAJES