Rodrigo Diaz M.
Las fuerzas rusas torturaron de forma generalizada y sistemática a civiles detenidos en relación con su ataque a Ucrania, y ejecutaron a decenas de ellos, según denunció el martes la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas.
El organismo mundial entrevistó a cientos de víctimas y testigos para un informe en el que se detallan más de 900 casos de civiles, incluidos niños y ancianos, detenidos arbitrariamente en el conflicto, la mayoría de ellos por Rusia.
La gran mayoría de los entrevistados dijeron haber sido torturados y, en algunos casos, sometidos a violencia sexual durante su detención por las fuerzas rusas, dijo el jefe de la oficina de derechos humanos de la ONU en Ucrania.
“Se recurrió a la tortura para obligar a las víctimas a confesar que habían ayudado a las fuerzas armadas ucranianas, obligarlas a cooperar con las autoridades ocupantes o intimidar a quienes tenían opiniones proucranianas”, declaró Matilda Bogner.
El informe, que abarca un periodo de 15 meses desde el inicio de la invasión rusa hasta mayo de 2023, también documenta 75 casos de detención arbitraria por parte de las fuerzas de seguridad ucranianas, y afirma que una proporción significativa de ellos también equivalen a desapariciones forzadas.
Más de la mitad de las personas detenidas por las fuerzas ucranianas también denunciaron haber sido torturadas o maltratadas, por lo general durante el interrogatorio o inmediatamente después del arresto, afirmó Bogner.
Ucrania dio a los investigadores de la ONU “acceso confidencial” a los detenidos en los centros de detención oficiales, con la excepción de un grupo de 87 soldados rusos.
“La Federación Rusa no nos concedió dicho acceso, a pesar de nuestras peticiones”, afirmó Bogner.
La oficina de derechos humanos de la ONU ha documentado anteriormente la detención y ejecución sumaria de prisioneros de guerra ucranianos por parte de Rusia. Según el último informe, las fuerzas rusas también llevaron a cabo al menos 77 ejecuciones sumarias de civiles.
Entre los detenidos había funcionarios locales, voluntarios humanitarios, sacerdotes y maestros, muchos de los cuales fueron mantenidos incomunicados en “condiciones deplorables”, según el informe.
Los expertos de la ONU no encontraron pruebas de que las autoridades rusas hayan investigado las denuncias de abusos cometidos por sus propias fuerzas, y el informe expresaba su preocupación por un proyecto de ley que eximiría a los autores de responsabilidad penal por los crímenes cometidos en las zonas ocupadas de Ucrania en algunas circunstancias.