Esta medida buscaría presionar el apoyo que Cuba ha entregado a Nicolás Maduro en Venezuela.
Por Raúl A. Pinto
Empresarios y expertos en finanzas han advertido que la medida anunciada por Donald Trump de restringir nuevamente el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba podría traer consecuencias negativas para Canadá.
En un reporte de CP se informa que la Cámara de Comercio Canadiense está preocupada por el inminente uso de una sección de la Ley Helms de 1996. En esta sección, nunca usada anteriormente por alguna administración de ese país, se daría luz verde a sus ciudadanos de presentar demandas contra compañías extranjeras que fueron directa o indirectamente relacionadas con la expropiación de empresas luego de la revolución cubana de 1959.
Mark Agnew, director de RREE de la Cámara de comercio, comentó las consecuencias que esto podría traer.
“Cuando hablamos de Estados Unidos, hablamos de un gobierno sin temor a romper con los procedimientos de negocios comunes usados en el ambiente diplomático internacional”, dijo Agnew, agregando que el gobierno de Trump “no teme salir y adoptar una mirada bastante audaz, que para la comunidad de empresarios del mundo o de los países en el TLC no son de nuestro interés. Yo creo que es necesario tomar esta situación amenazadora con bastante seriedad”.
Sólo en marzo se reportó que Departamento de Estado de EE. UU. dio una prórroga a la aplicación de esta ley por 30 días, culpando de esto al vínculo que Cuba ha dado abiertamente al presidente de Venezuela Nicolás Maduro. Muchos países occidentales, entre ellos Canadá, han pedido la renuncia a Maduro, dándole paso al líder de la oposición Juan Guaidó como Presidente legítimo.
Agnew también señaló que Estados Unidos nunca ha dejado en claro cómo se aplicará esta medida.
“Esto podría afectar a cualquier compañía canadiense haciendo negocios con Cubap: una transacción simple con una persona en Cuba involucrada, dueña de una propiedad nacionalizada por el gobierno. Podría ser una inversión, o cualquier cosa”, comentó.
En tanto la embajadora de Cuba en Canadá, Josefina Vida, comentó que se han puesto en contacto con el gobierno a cargo de Justin Trudeau para que se oponga ante este anuncio, debido a que ambos países se encontrarían bajo riesgo de dificultar la atracción de inversiones canadienses en su país.
“Esto es una violación directa del Derecho Internacional, de las reglas que rigen el comercio internacional y la soberanía de nuestras naciones”, dijo Vida.














