l cobarde ataque yihadista se perpetró en el corazón’ turístico de la Ciudad Condal de la región de Cataluña y en la localidad costera de Cambrils (Tarragona), dejando al menos 15 muertos y cientos de heridos. Estos lamentables sucesos, han sido repudiados por los españoles que salieron a las calles el pasado sábado en una multitudinaria marcha de unidad, con claro y certero mensaje al terrorismo: ‘No tengo miedo’.
El atentado ocurrió el pasado jueves 17 de agosto en La Rambla, ese paseo amigable de turistas de todas partes del mundo, que se convirtió en un escenario de muerte luego que un desquiciado terrorista utilizó como arma criminal una furgoneta, aceleró y embistió a las personas que estaban caminando por el lugar en una soleada tarde de verano. El atropello masivo se llevó en el acto 15 vidas y provocó un centenar de heridos. Al terror en la capital, se sumó un segundo ataque en la localidad costera de Cambrils (Tarragona).
Esta lamentable noticia saltó a los medios de comunicación y se hizo viral en las redes sociales por todo el mundo. En Canadá como en todos los países latinoamericanos se preocuparon mucho por lo sucedido, no solo los que alguna vez estuvieron en ese paseo turístico, sino los que tienen amigos y familiares viviendo en Barcelona. Afortunadamente, el teléfono, el Facebook y el Twitter sirvieron mucho para saber de los nuestros, enviarnos un mensaje o para lanzarnos algún dato tranquilizador; aunque algunas personas mal utilizaron las redes sociales y dañaron la sensibilidad de más de un cibernauta.
Después de los momentos de zozobra y dolor, nos volvimos a enterar que los avezados terroristas del autodenominado Estado Islámico (Isis, por sus siglas en inglés) tenían planes para perpetrar otros ataques en España, incluso hay un video publicado donde uno de sus miembros rompe una fotografía del papa Francisco y amenaza con llegar hasta Roma.
Está claro que los terroristas no tienen límites y pretenden seguir sembrando terror en el mundo. En nuestro editorial del pasado 27 de abril, titulado ‘Atentados terroristas desangran el mundo’, hicimos un recuento de los hechos y advertimos de la ola expansiva de los ataques homicidas. De acuerdo con los datos que recogimos en esa ocasión, solo en el primer cuatrimestre de este año se contabilizaron 2.700 víctimas en el mundo. Una cifra similar se registra en este segundo cuatrimestre del año en nuestra base de datos, que arroja otras 2.000 nuevas víctimas en diferentes lugares y circunstancias.
Estos datos confirman que los extremistas están imparables y que estamos viviendo en la era del terrorismo. Demuestran, además, que nadie hace lo suficiente para erradicar este cáncer de la sociedad. Es cierto, que hay un repudio generalizado en el mundo y que los mismos españoles, han levando su voz diciendo que ‘no tienen miedo’ al terror, pero también es cierto que faltan acciones concretas para parar de una vez por todas esta terrible situación.
Exhortamos a los gobernantes y líderes mundiales a actuar contra una guerra terrorista que ya nos aventaja con miles de víctimas inocentes. Pedimos dejar de lado las lamentaciones y discursos huecos que no reparan la vida de ninguna víctima. Creemos que deben pasar de las palabras a los hechos y de la doble moral a la coherencia: Una vida vale más que los millones de dólares que se utilizan por fábrica y venta de armas, vale más que todo el petróleo del mundo y vale más que cualquier nación o imperio. Luchemos juntos por la vida, la paz y la justicia, para exterminar a los terroristas con el arma más letal que posee el ser humano: la palabra en todas sus dimensiones.