Rodrigo Díaz M.
El gobierno dominicano inició esta semana la construcción de un muro que cubrirá casi la mitad de los 392 kilómetros de frontera con Haití, su único vecino terrestre, para frenar la migración irregular y el contrabando de mercancías, armas y drogas.
Aunque los dos países comparten la isla de La Española, son mundos aparte en términos de desarrollo. Haití, plagado de delincuencia, enfermedades y azotado por desastres naturales, es uno de los países más pobres de América, mientras que la República Dominicana, un popular destino turístico del Caribe, ha prosperado en las últimas décadas en medio de una marcada estabilidad política.
Muchos haitianos cruzan la frontera clandestinamente en busca de trabajo en el campo o en la construcción en la República Dominicana.
“El beneficio para ambas naciones será de gran importancia”, dijo el presidente dominicano, Luis Abinader, poco antes de pulsar el botón para comenzar a verter el hormigón en los cimientos de lo que será el muro en la provincia de Dajabón, a unos 230 kilómetros al noroeste de la capital.
Alrededor de 500 mil haitianos y decenas de miles de sus descendientes viven en República Dominicana, que tienen una población total de unos 11 millones de personas, según la más reciente encuesta migratoria realizada en 2018.
Abinader explicó que el muro fronterizo reducirá el contrabando de bienes comerciales, armas y ayudará a combatir el crimen organizado en ambas naciones.
La primera fase del proyecto se completará en un plazo máximo de nueve meses y tendrá como objetivo construir parte del muro de 164 kilómetros de largo.
El muro de hormigón de 20 centímetros de grosor rematado por una malla metálica tendrá 3,9 metros de altura y contará con fibra óptica para las comunicaciones, sensores de movimiento, cámaras, radares y drones. El proyecto también incluye la construcción de 70 torres de vigilancia y 41 puertas de acceso para las patrullas.
La República Dominicana celebrara el 178 aniversario de su independencia este domingo 27 de febrero.