Alexander Terrazas* – Reportaje de investigación
El mal de Chagas llegó a Canadá en la sangre de los migrantes latinoamericanos. La enfermedad de Chagas es causada por la picadura de un insecto llamado ‘vinchuca’, portador del Trypanosoma Cruzi, el parásito que causa el mal, provocando afecciones cardíacas y gastrointestinales que pueden ser mortales.
Carlos (nombre ficticio) tiene 35 años y padece mal de chagas. Es oriundo de Casanares, un pueblo ubicado a 400 kilómetros de Bogotá (Colombia), donde adquirió el mal. Hace dos años, arribó a la capital de la provincia Ontario junto a su esposa y sus dos hijos, solicitando refugio debido a los conflictos de su país. Su solicitud fue aceptada y rápidamente empezó a estudiar inglés y trabajar para integrarse a la sociedad canadiense. Pero fue precisamente en su fuente laboral (una fábrica de muebles) que comenzó a sentir dolores en el pecho al extremo que tuvo que recurrir al hospital para realizarse un chequeo médico.
Los resultados de los análisis realizados en la Unidad de Enfermedades Tropicales del Hospital General de Toronto, confirmaron que padecía el mal de chagas en una etapa crónica y tenía una dilatación en el corazón. El diagnóstico lo dejó sin aliento y recordó que de niño Carlos vivía junto a su familia en una casita rústica, con paredes de barro y techo de palmeras, en cuyo ambiente usualmente se desarrolla el insecto.
La doctora Andrea Boggild, de la Unidad de Enfermedades Tropicales, estuvo a cargo del caso y animó a Carlos a realizarse un tratamiento. Después de conocer todos sus resultados, la especialista le recetó Benznidazol, un medicamento para eliminar el parásito del corazón; sin embargo, Carlos no tenía los recursos para pagar el tratamiento que aliviaría su problema. Fue entonces que la doctora Boggild gestionó los recursos para pagar el fármaco -que tiene un costo de $ 1000 y que es importado de Brasil- para llevar adelante la curación de Carlos, quien debió tomar 10 tabletas por día durante dos meses para contrarrestar el mal.
Durante el tratamiento, la especialista solicitó que la familia de Carlos también se someta a las pruebas de sangre para determinar si tienen o no el parásito, debido a que se transmite de madres a hijos. Afortunadamente el test realizado a su esposa y sus dos hijos salió negativo, aunque el de su hermana dio positivo. La situación de Carlos es similar al caso Alberto, otro portador del parásito, que llegó a Toronto junto a su esposa e hijo hace un año procedente de La Paz (Bolivia) y que actualmente también recibe atención médica contra el mal en el hospital.
Aunque no existen estadísticas actuales sobre la prevalencia del mal de Chagas, según la página oficial del Gobierno de Canadá, hasta el 2016 solo dos personas dieron positivo al test de Trypanosoma Cruzi; ambos casos estaban relacionados con transfusiones de sangre. Por otra parte, un reciente estudio en el Canadian Medical Association Journal, realizado por el doctor Pierre Plourde, director médico de Travel Health Clinic and Tropical Medicine Services en Winnipeg, reveló que después de la malaria y el zika, el chagas es el un nuevo parásito de América Latina que podría poner en peligro la salud de los canadienses.
En su estudio, el doctor Plourde alerta a las personas de ciertos países de América Central y América Latina, contra el riesgo de infección, incluso una vez que estén establecidos en Canadá. Plourde enfocó su estudio en una familia cuyos hijos nacieron en Canadá y la madre en América del Sur. “Diagnostiqué la enfermedad de Chagas en 2010 con un adulto joven en Winnipeg”, dijo el especialista.
Poco después, dos de sus hermanas fueron diagnosticadas más tarde y la madre también fue declarada positiva. Según el Dr. Plourde, la mamá fue la que transmitió la enfermedad a sus hijos durante el embarazo.
“El riesgo general de transmisión de la enfermedad de Chagas de la madre al feto es solo del 6%, pero cuando la mujer embarazada tiene un alto nivel de parásitos en la sangre, el riesgo de transmisión puede aumentar hasta un 30%”, revela el estudio.
El autor del estudio cree que las personas potencialmente infectadas pero no diagnosticadas se cuentan por miles en todo Canadá. Los pocos síntomas presentes son la causa de la baja tasa de diagnóstico. “Es todo un desafío, ya que al principio las personas no tienen síntomas, tal vez un poco de fiebre o inflamación. La persona realmente no está enferma”, señala el estudio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que en el mundo hay entre 6 y 7 millones de personas infectadas por Trypanosoma cruzi, el parásito causante de la enfermedad de Chagas. Esta enfermedad se encuentra principalmente en la parte continental de América Latina, pero en las últimas décadas se ha observado con mayor frecuencia en los Estados Unidos de América, Canadá, muchos países europeos y algunos del Pacífico Occidental. Esto obedece sobre todo a la movilidad de la población entre América Latina y el resto del mundo.
*Periodista y escritor
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