Miles de niños nacidos fuera de Canadá en los últimos quince años podrán convertirse en ciudadanos canadienses gracias a una nueva ley que amplía los derechos de nacionalidad. El proyecto de ley C-3, aprobado esta semana por el Senado y con sanción real el jueves, permite que los canadienses nacidos en el extranjero transmitan su ciudadanía a sus hijos también nacidos fuera del país.
De acuerdo con estimaciones oficiales, al menos 115 mil menores se verán beneficiados.La norma busca corregir una ley aprobada en 2009 que había restringido el acceso a la ciudadanía a los hijos de canadienses nacidos en el extranjero. No obstante, mantiene la exigencia de una “conexión sustancial” con el país, lo que obliga a demostrar tres años de residencia en Canadá. Esta condición aplica tanto para los canadienses nacidos fuera del país con hijos también extranjeros como para los niños adoptados en otros países por padres canadienses residentes en Canadá.
El Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC) informó que este nuevo marco legal busca ofrecer un sistema más claro y justo. Agregó que en las próximas semanas se publicarán los detalles sobre la entrada en vigor de la ley y que continuará el diálogo con los sectores involucrados en procesos de adopción internacional.














