Rodrigo Díaz M.
A partir de esta semana, las cámaras corporales se han empezado a instalar en aproximadamente el 10% de los destacamentos de la RCMP en todo el país, y se espera que 86 de ellos estén operativos el mes que viene.
“Los vídeos corporales aumentan la transparencia al tiempo que ofrecen una visión de primera mano de lo que se encuentra un agente de policía, a menudo en situaciones muy dinámicas y tensas”, declaró en rueda de prensa Taunya Goguen, responsable de gestión corporativa de la RPMC y directora general del programa de cámaras corporales.
Goguen dijo que, en los próximos nueve meses, mil agentes al mes empezarán a utilizar las cámaras y el sistema de gestión digital para almacenar audio y vídeo.
La expectativa, dijo, es que el 50% de las cámaras se utilicen en marzo y abril del 2025, y el plan es que el 90% de los agentes de primera línea estén utilizando los dispositivos en noviembre del 2025.
Se espera que la organización haya desplegado entre 10 mil y 15 mil dispositivos, tanto para agentes contratados como para policías federales, en todo el país al final del despliegue, y Goguen señaló que probablemente se necesiten entre 12 y 18 meses para el despliegue completo.
El plan se anunció por primera vez en el 2020 y en los últimos años se han desarrollado y puesto en marcha políticas y formación, y se han realizado pruebas sobre en el 2023 y el 2024 en los destacamentos de Alberta, Nova Scotia y Nunavut.
Las cámaras corporales son utilizadas por otros cuerpos policiales de Canadá, y los agentes de Edmonton empezaron a llevarlas el pasado septiembre en el marco de una implantación gradual.
El año pasado, el gobierno de Alberta anunció que estas cámaras serían obligatorias para todos los agentes que trabajan en la provincia.
Según Goguen, el objetivo del proyecto es reforzar la transparencia, la rendición de cuentas y la confianza de los ciudadanos, así como resolver más rápidamente las quejas públicas, mejorar las interacciones entre el público y la policía y mejorar la obtención de pruebas.
Las cámaras corporales se activarán durante las llamadas de servicio, incluidas las de salud mental, las interacciones con personas en crisis, los desórdenes públicos y las protestas, y los delitos en curso.
La política también exige que la cámara empiece a grabar antes de llegar a una llamada de servicio, así como “cuando se inicie el contacto con un miembro del público como parte de la ejecución legal de sus funciones”. La policía, “siempre que sea posible”, dará aviso que la cámara está grabando.