Rodrigo Díaz M.
Quebec ha anunciado que impondrá multas a los quebequenses que se nieguen a vacunarse contra el COVID-19.
El premier de Quebec, François Legault, hizo el anuncio en Montreal esta semana, mientras el número de hospitalizaciones relacionadas con la pandemia sigue aumentando.
“Se cobrará una contribución sanitaria a todos los adultos que no quieran vacunarse. Ya estamos en ello”, dijo.
Legault dijo sentir la ira de los vacunados hacia los no vacunados, a los que culpó de sobrecargar los hospitales de la provincia.
“Sólo el 10% de la población no está vacunada, pero constituyen el 50% de los pacientes en camas de cuidados intensivos”, dijo el premier.
“Los que se niegan a vacunarse suponen una carga para el personal del hospital y una importante carga económica para la mayoría de los quebequenses. No es justo que el 10% de la población perjudique al 90%”.
Legault explicó que habrá una excepción para quienes no puedan vacunarse por razones médicas.
El gobierno todavía está calculando la cantidad que habrá que pagar, pero Legault dijo que sería “significativa”.
“Todos los adultos de Quebec que se nieguen en las próximas semanas a recibir al menos una primera dosis, recibirán una factura”, dijo.
La semana pasada, el ministro de salud de Quebec, Christian Dubé, anunció que el pasaporte de vacunación de la provincia sería obligatorio para comprar licores y cannabis a partir del 18 de enero y que su uso luego se ampliaría para incluir otros negocios no esenciales, como los servicios de cuidado personal.
Legault dijo que, aunque esa opción seguía sobre la mesa, no le parecía que fuera lo suficientemente lejos.
“Creo que ahora mismo es una cuestión de justicia para el 90% que ha hecho algunos sacrificios. Creo que les debemos este tipo de medidas”.
El premier también abordó la cuestión del toque de queda y el inminente regreso de los estudiantes a las escuelas.
En cuanto al toque de queda, dijo que se mantendrá hasta que la situación esté controlada en la provincia y en cuanto a la vuelta clases, Legault dijo que el objetivo sigue siendo que los alumnos vuelvan a las aulas el lunes 17 de enero, pero que el gobierno está sopesando los pros y los contras.