Susana Donan
La quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos ha sacudido los mercados financieros y ha hecho temer que sus repercusiones se extiendan a Canadá, ya que la atención al norte de la frontera se ha centrado en la estabilidad de los bancos nacionales.
El regulador bancario canadiense, la Oficina del Superintendente de Instituciones Financieras (OSFI), se apresuró a intensificar su vigilancia de los prestamistas bancarios tras la caída del SVB y a programar inspecciones diarias para supervisar su liquidez.
La noticia se conoció poco después de que la OSFI se hiciera cargo de las operaciones canadienses de SVB, una medida que pretendía alejar los temores del mercado a un efecto dominó similar a la crisis financiera mundial del 2008-09.
Aun así, los dramáticos acontecimientos de la semana pasada han provocado una repentina reconfiguración de las expectativas de la política de los bancos centrales, tanto en los Estados Unidos como en Canadá, para los próximos meses, y los mercados incluso han empezado a contemplar una posible bajada de tasas de interés parte del Banco de Canadá en un futuro próximo.
La semana pasada, el banco central de Canadá anunció una pausa en las subidas de su tasa de interés oficial, justo después de que el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, indicara ante el comité bancario del Senado que estaba dispuesto a introducir subidas de tasas de interés aún mayores de lo previsto.
La caída del SVB pareció poner un freno a los planes de la Reserva Federal estadounidense, y la agitación de los mercados sugiere que podrían caer más bancos y sumir al país en una recesión inesperadamente temprana.
Las probabilidades de que el banco central estadounidense subiese las tasas de interés en marzo se desplomaron el lunes, aunque aún se podría actuar en medio de un persistente crecimiento del índice de precios del consumidor y una recuperación de las acciones bancarias.
Esto es importante para Canadá, ya que los economistas advirtieron de que una futura divergencia entre el banco central canadiense y la Reserva Federal estadounidense podría causar ansiedad y forzar a seguir un camino único.
Aunque la situación sigue siendo fluida y cambiante, el director de estrategia macroeconómica de Manulife Investment Management, Dominique Lapointe, declaró que las noticias procedentes de los Estados Unidos parecían propensas a reforzar la pausa en las subidas de tasas de interés por parte del Banco de Canadá por el momento.
“Estos acontecimientos han reforzado la pausa”, afirmó. “La pausa estaba condicionada a sus perspectivas de menor inflación o crecimiento más lento. Pero creo que no sólo el Banco de Canadá, sino también otros bancos centrales, tienen que considerar ahora el aspecto de la estabilidad financiera, y el hecho de que ahora estamos hablando de bancos con conexiones con la industria tecnológica. Así que eso es algo que no hemos visto”.
A corto plazo los recortes de tasas de interés por parte del Banco de Canadá no parecen tan probables como una pausa, aunque, como han demostrado los últimos días, los acontecimientos podrían dar un giro repentino y dramático.
“Tal y como están planteados los escenarios hasta ahora, los recortes no son lo más probable a corto plazo, pero de nuevo, si la situación empeora, y se ve que las condiciones financieras se endurecen mucho más en términos del mercado de valores, en términos de diferencial de crédito, de liquidez, entonces creo que tendrían que considerarlo”, dijo Lapointe.
“Pero hoy parece que hay una cierta recuperación, una cierta seguridad en el mercado de que lo que ha hecho la Reserva Federal, lo que ha hecho el Departamento del Tesoro, podría ser suficiente. Pero tenemos que ver si esto puede continuar”.
Las tasas de interés de las hipotecas fijas también bajaron a medida que avanzaba la saga, y el rendimiento de los bonos a cinco años del gobierno de Canadá cayó hasta el 2,98%.