Susana Donan
Los expertos del sector hipotecario canadiense han analizado los recientes ajustes de la normativa hipotecaria introducidos por el gobierno federal y si su fin de mejorar la asequibilidad a la vivienda es realista.
Aunque los cambios han sido relativamente bien recibidos, las preocupaciones siguen presentes por el impacto de dichos cambios en la asequibilidad de la vivienda y si realmente beneficiarán a quienes más lo necesitan.
Las nuevas normas entrarán en vigor el 15 de diciembre y aumentarán el límite de las hipotecas aseguradas de un millón a 1,5 millones de dólares. También habrá una opción ampliada de amortización a 30 años para los compradores primerizos y los de obras recién construidas.
Los expertos del sector han celebrado en su mayoría la voluntad del gobierno de adaptar sus políticas en respuesta a las presiones económicas y del mercado. Sin embargo, a pesar de la aprobación general de algunos elementos de la nueva normativa, persiste la incertidumbre sobre sus implicaciones a largo plazo. La preocupación por la asequibilidad y la escasez de oferta han alimentado el debate.
Muchos afirman que es una solución provisional y que el problema sigue siendo que la vivienda es demasiado cara. Aumentar la amortización no reduciría el costo de la vivienda y alargar los pagos no solucionaría la raíz del problema, simplemente esconde temporalmente los síntomas.
Otros expertos han expresado su preocupación por que las cifras no cuadraran, al menos no de una forma que ayude a los compradores primerizos que luchan por entrar en el mercado.
Por ejemplo, bajo las nuevas reglas del 15 de diciembre, un precio de compra de 1.5 millones dólares con un pago inicial mínimo de 125 mil dólares incurre en una prima de seguro de 57.750 dólares, por no hablar de que los ingresos necesarios para poder optar a esta hipoteca son de aproximadamente 327 mil dólares.
Los ingresos exigidos son muy como asequibles, afirma. El pago inicial mínimo si es posible, pero existe un grave problema con la parte de la cualificación si se compara el ingreso promedio.
El apoyo a la ampliación de los plazos de amortización para los compradores de primera vivienda y de obras nuevas es un buen cambio, pero ajustes en los requisitos de la prueba de resistencia del gobierno habrían sido más efectivos a largo plazo.
En contrate, otros miembros del sector hipotecario canadiense creen que los cambios podrían beneficiar, no sólo a los compradores de primera vivienda a corto plazo, sino que también podrían impulsar el desarrollo a largo plazo de la tan necesaria vivienda “intermedia”.
Es una de las tantas señales que se envía a los promotores para inspirarles a construir algo más que estudios, apartamentos de una y dos habitaciones, y las ahora casi extintas casas adosadas de dos dormitorios que se han dejado de construir en los últimos años.